Manifestantes en contra de la ley que autoriza en Francia el matrimonio homosexual obligaron a interrumpir en dos ocasiones y durante varios minutos la final de Roland Garros entre los españoles Rafael Nadal y David Ferrer.
El más grave de los incidentes se produjo durante el segundo set, cuando un hombre parcialmente desnudo y con una inscripción de una asociación contra la ley de las bodas homosexuales saltó a la pista con una bengala.
La rápida intervención de los agentes de seguridad permitió reducirle apenas puso un pie en la tierra batida.
Un segundo manifestante fue atrapado incluso antes de saltar a la pista.
Los servicios de seguridad rodearon al príncipe Felipe de Borbón, que presenciaba la final en el palco de autoridades.
Minutos antes, dos manifestantes por la misma causa comenzaron a gritar «François, tu ley no la queremos» y a exhibir una pancarta, lo que obligó a los finalistas a parar unos segundos, hasta que fueron desalojados del estadio.