El infortunio se ceba con Tomer Hemed. Los peores augurios se confirmaron y el Mallorca se queda sin su máximo goleador durante una porción notable del año. Al delantero israelí le aguarda un largo periodo de recuperación, de entre 6 y 8 meses de baja, tras sufrir la rotura del tendón de Aquiles de su pierna derecha en el partido disputado el pasado domingo en el Vicente Calderón. Con esta lesión, una de las más delicadas que puede sufrir un futbolista y que le obligará a pasar por el quirófano, el Mallorca no solo pierde a su principal referencia ofensiva de cara al vital compromiso ante el Valladolid, sino que también dificulta la posibilidad de traspasar al jugador en verano, que era una de las principales fuentes de ingresos previstos si el conjunto balear pierde la categoría.
Hemed, el único jugador de la plantilla que había intervenido en los 37 partidos de Liga, tiene contrato un vigor hasta el 30 de junio de 2014. Serra Ferrer ya trasladó hace meses una propuesta a su representante para ampliar su vinculación. Sin embargo, hasta la fecha no había recibido ninguna respuesta. Con esta gravísima lesión y una larga estancia en la enfermería, la situación ha dado un giro radical.
Renovación
Lo más probable es que Hemed renueve y se convierta en una pieza clave de cara a la próxima temporada, que sin embargo no podrá iniciar. Es más, quizás no reaparezca hasta el próximo año 2014, aunque todo dependerá de cómo evolucione su recuperación.
Tomer Hemed acaba de la peor forma posible la mejor temporada de su carrera. Convertido en el faro ofensivo del Mallorca, sus goles le han permitido al grupo bermellón llegar a la última curva del campeonato con mínimas opciones de salvación. Máximo goleador del conjunto isleño con 11 goles, su pegada le ha reportado al bloque bermellón 8 puntos.
Hemed arrancó el curso a lo grande. Su doblete ante el Espanyol en la primera jornada y sus tantos en Málaga y Pamplona, sirvieron para que el Mallorca sellara un brillante inicio de campeonato. Su punto álgido llegó en Los Cármenes, con un testarazo en el descuento que inyectó una dosis extra de moral a una plantilla que entonces comenzó a respirar. La categoría depende de un milagro...y ahora ya sin los goles de Tomer Hemed.