Y el cuento del Sitjar se ha acabado. El Ajuntament de Palma ha trasladado al Real Mallorca la imposibilidad de desarrollar un centro comercial en los terrenos donde se ubica el viejo Es Fortí argumentando su decisión a través de varios puntos clarificadores expuestos en la reunión que tuvo lugar ayer en Son Moix entre los copropietarios del Estadio, el Real Mallorca y Cort. Al no existir la opción de desarrollar esta zona de ocio, el plan de Cerdà no sirve y por lo tanto debe empezar a pensar en otra solución más terrenal.
En la reunión de ayer en Son Moix quedó clara la postura del Consistorio, que estuvo representado por Fernando González, delegado de Urbanisme, y que leyó un documento de cinco páginas que especificaba con rotundidad que se debe demoler el Lluís Sitjar con urgencia, olvidarse del proyecto y pensar en mantener su sede definitiva en Son Moix, donde sí cabe la posibilidad de elaborar un nuevo campo de fútbol e implantar una superficie comercial.
Este escrito, al que ha tenido acceso Ultima Hora, deja sin efecto el megaproyecto de la SAD Balear y lo hace además razonando toda una serie de medidas tanto urbanísticas como legales de imposible cumplimiento.En este sentido, Cort expuso ayer a los cerca de 150 copropietarios y también al Real Mallorca, representado por el apoderado Biel Cerdà, que la primera medida urgente que debe llevarse a cabo es demoler el estadio instando al club a que de mutuo acuerdo con Cort, ponga fin al procedimiento judicial que tiene estancada la situación y por lo tanto se proceda a la demolición del viejo Es Fortí. El Ajuntament recordó que en el campo de la plaza de Barcelona se da una grave situación de riesgo desde el punto de vista de la seguridad y que se han producido muertes por sobredosis, violaciones y robos, además de ser territorio 'okupa'.
El Ajuntament indicó que el proyecto presentado por Cerdà sustenta su viabilidad en la construcción de un centro comercial y esto, recuerda Cort, afecta no solo a la barriada en concreto, también a toda la ciudad de Palma y que las dificultades técnicas para construir el área comercial son de tal complejidad que impiden a todas luces la puesta en marcha del proyecto.
Además, los ténicos de Cort recuerdan que la exigencia del Mallorca de revisar el PGOU para poder eleborar sus planes supone una irresponsabilidad que supondría realizar urbanismo a la carta, con todo lo que ello conlleva. De la misma manera, los ténicos de Cort han apuntado a los copropietarios y también al Mallorca que se incurriría en una ilegalidad si se atiende la petición del club y que por lo tanto cualquier entidad tendría fuerza para impugnar la tramitación del plan y paralizar el proceso de recalificación. En resumen, ayer el Ajuntament lanzó un mensaje definitivo a Biel Cerdà y también al resto de copropietarios indicando que el proyecto de construir un nuevo Lluís Sitjar es imposible y que todo pasa ahora por empezar de nuevo teniendo como principal punto de mira la actual ubicación del estadio de Son Moix.
Llegados a este punto, de nada sirve ya que Biel Cerdà se empeñe en dar a entender que sus inversores tienen una solvencia contrastada y que pueden afrontar su plan sin coste adicional para la ciudad y que alcanzaba doscientos millones de euros.
El cuento de Cerdà ha tocado a su fin y los partidos políticos de Cort han dado la espalda a un plan que ya nació viciado y que ha muerto por su propio peso.