La derrota en el derbi ante el Binissalem en el Estadi Balear dejó un poso amargo en la fiel parroquia blanquiazul. El desencanto por el tropiezo era generalizado y las críticas al banquillo se hicieron evidentes a la conclusión del encuentro, pero otro denominador común aparecía en los debates: Jesús Perera. Y es que el Atlètic Balears transita por la zona media de la tabla en un curso en el que el máximo goleador del pasado ejercicio está trazando una trayectoria a la baja.
Jesús Perera, autor de tres dianas en lo que va de temporada, acumula cinco jornadas sin ver portería y sus registros, junto al bajo rendimiento ofrecido en un duelo como el de ayer que la afición tenía marcado en rojo para el desepegue definitivo, le ha situado bajo el foco. No en vano el devenir del encuentro ante el Binissalem invitaba a que los pesos pesados asumieran sus galones. La ausencia de David Sánchez convertían al ariete en la referencia, pero el extremeño apenas entró en juego en un duelo anodino de toda la escuadra blanquiazul.
Referencia
Es el jugador franquicia del club que preside Fernando Crespí, pero más de un seguidor blanquiazul sacó a relucir el domingo los desencuentros que vivió durante la pretemporada. Los episodios sobre su posible marcha de la entidad de la vía de cintura se convirtieron en uno de los culebrones del verano que tenía como banda sonora los cantos de sirena que llegaban procedentes de Tenerife.
Sin embargo, Jesús Perera decidió finalmente quedarse dejando constancia en las redes sociales que se quedaba «al cien por cien» para defender los colores del Atlètic Balears. No obstante, el domingo, a la salida del Estadi Balear, su nombre sonó en una grada que se comenzó a despoblar antes de los pitidos finales.
El máximo goleador de la pasada temporada pasa por una mala racha de cara a gol, ya que no ha conseguido engordar su casillero particular desde el doblete que anotó ante el Orihuela. En las cinco jornadas que ha encadenado sin perforar la portería rival tuvo la oportunidad de mejorar sus registros, pero se topó con el portero en el lanzamiento de penalti que ejecutó ante el Badalona.
El equipo y especialmente la grada blanquiazul echa de menos el rendimiento que ofreció el pasado ejercicio, en el que se distinguió por su capacidad rematadora y por su incansable trabajo en la línea de vanguardia tanto para marcar las diferencias como a la hora de iniciar la presión.