REAL MADRID: Casillas (); Arbeloa (), Varane (), Pepe (), Marcelo (); Khedira (), Xabi Alonso (), Essien (), Di María (); Cristiano Ronaldo () e Higuaín ().
Cambios: Ozil () por Essien, Modric () por Khedira y Benzema () por Higuaín.
MANCHESTER CITY: Hart (), Clichy (), Kompany (), Nastasic (), Maicon (); Yaya Touré (), Barry (), Javi García (), Nasri (), Silva () y Tévez ().
Cambios: Kolarov () por Nasri, Dzeko () por Silva y Zabaleta () por Maicon.
Árbitro: Damir Skomina (SVK). Mostró tarjeta amarilla a Javi García (m.52) y a Maicon (m.70).
Goles:
0-1, minuto 68, Dzeko.
1-1, minuto 77, Marcelo.
1-2, minuto 86, Kolarov.
2-2, minuto 87, Benzema.
3-2, minuto 90, Ronaldo.
Cristiano Ronaldo se reencontró con la alegría en la Liga de Campeones, donde el Real Madrid, a base de corazón y ayudado por los errores del Manchester City, que tuvo el partido en su mano, logró su primera victoria en la competición continental.
El Santiago Bernabéu encontró la magia. Todo le salió bien al luso, que anotó el gol del triunfo, el que oscureció las carencias del equipo, desveladas por un adversario al que su racanería le dejó de vacío.
El choque osciló de un lado a otro al final. Lo tuvo perdido el Madrid, que a cuatro minutos del final entró en crisis. Y lo redimió en tres minutos mágicos. En los que dio la vuelta a la situación.
Las primeras consecuencias de la situación blanca quedaron patentes en el once inicial determinado por José Mourinho. La derrota en Sevilla tuvo damnificados. Sergio Ramos y el alemán Mesut Ozil quedaron señalados. Comenzaron en el banquillo. Arrimados a la grada, inicialmente condescendiente con el equipo, al que pasaron por alto sus recientes tropiezos, y particularmente con Cristiano Ronaldo, del que esperaron una respuesta sobre el campo antes de actuar.
Tiró de cautela el luso. Desempolvó el trivote. Mantuvo a Xabi Alonso y al germano Sami Khedira. Pero incluyó también al ghanés Michael Essien, que se estrenó como madridista.
Del Manchester City apenas hubo noticias excepto cuando Yaya Toure o David Silva, que fue cambiado a la hora de partido, alcanzaban el balón. Fueron pocas las veces antes del descanso.
Poco bagaje para un conjunto que presume de una trayectoria con once victorias y dos empates. Que no pierde desde el 8 de abril pasado: 163 días.
El Real Madrid acentuó la presión después del intermedio. Vivió un cuarto de hora en el campo del City. Pero el giro llegó a falta de veinte minutos con el gol del City. Una pérdida de balón de Pepe generó el contraataque visitante. El primero en el partido. Yayá Toure superó todo lo que le salió al paso, vio Edin Dzeko, que acababa de salir por Silva, a su lado y el bosnio no falló ante Casillas.
La reacción de Mourinho fue al uso. De pronto, Luka Modric y Karim Benzema al campo.
Pero fue Marcelo el que apagó el incendio, que pudo ser mayor si Dzeko y Touré hubieran aprovechado la angustia blanca. Pero el brasileño, sin otra opción, sacó un derechazo desde fuera del área y estableció el empate.
El partido se volvió loco en el tramo final. El City, que vio el cielo abierto por las dudas del rival, se volvió a adelantar con una acción a balón parado. Una falta lejana lanzada por Aleksandar Kolarov que dejó en evidencia a Iker.
El Madrid ya estaba aferrado a la furia. El cuadro inglés fue incapaz de amarrar el partido y el equipo de Mourinho no perdonó. En dos minutos dio la vuelta a la situación. Primero con un gol de Benzema y acto seguido con el de Ronaldo, el que le sacó de la tristeza y al Madrid del diván.
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