Los tres refuerzos del Atlètic Balears del último día de mercado, José Antonio Picón, Roque Mesa y Cristian López, vivieron ayer su puesta de largo como jugadores blanquiazules. Los tres fichajes, que expresaron su ilusión por su incorporación y que han firmado por una temporada, conocen la trayectoria reciente del ATB y valoran de forma positiva «la presión de luchar por el ascenso a Segunda División».
José Picón, que llega a la Isla procedente del Racing de Santander pendiente de alcanzar el ritmo de competición óptimo, aseguró que su ambición es «aportar al grupo para repetir la hazaña de la pasada temporada». El defensa ve la presión como algo positivo porque «responsabiliza» y es «buena y beneficiosa» para la gente joven.
En la misma línea se pronunció el mediocentro cedido por la UD Las Palmas, Roque Mesa, que matizó que «en realidad no hay presión, hay objetivos» y comentó que llega en un buen estado de forma tras haber estado integrado en la pretemporada del primer equipo canario.
El delantero Cristian López, que marcó once tantos el pasado curso con el Valencia Mestalla, señaló la «unión» del grupo como una de las claves para alcanzar las metas señaladas. El punta de Crevillente, que conoce la trayectoria del club tras haberse enfrentado al Atlètic Balears la pasada temporada, ha estado realizando la pretemporada por su cuenta, por lo que cuenta con una buena base física pero precisará cierto margen para asumir el ritmo de competición que requiere el grupo tercero de Segunda División B.
Miguel López
El vicepresidente Fernando Miró presentó a Picón, Mesa y Cristian López y asumió el error cometido por el club con Miguel López, que fue fichado del Binissalem en julio y descartado el último día de mercado quedándose sin ficha. «Las personas se pueden equivocar y nosotros lo hemos hecho», dijo Fernando Miró, que comentó que a día de hoy Miquel López entrena con el grupo y percibirá su salario a expensas de dar con una solución en el mercado invernal.