Casi cinco años después de verse abocado al cierre, y tras un interminable proceso de remodelación, Palma está cerca de recuperar uno de sus emblemas. Y de paso el deporte español. Los trabajos para situar al Palau d'Esports de Son Moix a la vanguardia del capítulo de recintos deportivos del país entran en una fase decisiva, y el propio alcalde de Ciutat, Mateo Isern, quiso comprobar de primera mano y en persona la evolución de las labores que deben culminar en mayo de 2013, cuando finalicen los trabajos que darán paso a la dotación de equipamientos que concluya con su reapertura al público. Un momento esperado y que llegará entre finales del próximo año e inicios de 2014.
Son Moix variará su estructura en aspectos como los accesos o la piscina, convirtiéndose en una instalación energéticamente eficiente, aprovechando la luz natural, además de ser una instalaciones plenamente accesible, multiplicando por cuatro el espacio reservado a personas con discapacidad.
Isern, acompañado por el equipo rector del IME (Fernando Gilet, Damià Vich y Antoni Ramis), el director de la instalación (Ángel Sastre), el arquitecto director del proyecto (Miquel Serra) y técnicos de la empresa constructora (San José) recorrió los lugares más emblemáticos del Palau, comenzando por el nuevo acceso principal, que conduce directamente a la grada que ofrece vistas a las piscinas.
Aprovechamiento
Allí, el vaso principal será de 50 metros (antes no llegaba a esa distancia), existiendo con otro reservado a la formación. Una nueva plataforma de saltos, con cabida para plataformas de 1 y 3 metros (se dejará preparado para ubicar una de 5 cuando haya capacidad económica), salas polivalentes en el espacio en el que se ubicaba una de las tribunas, vestuarios y sótanos con espacios multiusos permiten aprovechar al máximo todos los espacios.
La pista polideportiva cuenta con un acceso más espacioso para poder dar acceso a maquinaria pesada, ampliándose el aforo en mil localidades (se llegará a 4.300 y con gradas supletorias a 5.000).
Las dos áreas principales (pista y piscina) se ubicarán al mismo nivel, y el recinto estará adaptado y adecuado a la normativa internacional que le permita acoger eventos de todo calado.
Los técnicos e Isern admitieron que los trabajos se hallan al 40%, además de insistir en que el presupuesto se respetará. La obra se adjudicó por 12.050.951 euros, tres millones por debajo del precio de licitación, aunque en el coste no se incluyen ni la puesta en marcha ni la dotación de equipamientos del polideportivo.