REAL MADRID (15+19+21+20): Tomic (12), Suárez, Velickovic (7), Singler (11), Llull (12) -cinco inicial- Pocius (0), Reyes (6), Mirotic (14), Rodríguez (9), Begic y Carroll (4).
FC BARCELONA (17+22+23+19): Marcelinho (15), Navarro (12), Vázquez (0), Lorbek (24) y Mickeal (13) -equipo inicial-, Sada (0), Wallace (16), Ingles (1), Rabaseda (0) y Eidson (0).
Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Antonio Conde y Benjamin Jiménez. Sin eliminados.
El Barça, que renació de sus cenizas, ganó por 75-81 en el cuarto partido de la serie final por el título en el Palacio de Deportes e igualó la final, 2-2, ante un Real Madrid que primero pareció no querer y que después no pudo superar a su rival. El título tendrá que esperar al quinto partido.
Con Ndong vestido de calle, la posición del Barcelona pareció un poco más débil todavía bajo los aros. Sin embargo, Xavi Pascual, entrenador del Barça, tenía un plan. Una zona 1-3-1. El Barça salió mentalizado, sabedor de que jugaba sin red, frenó el ataque blanco. El resultado fue que acabó el primer cuarto arriba en el marcador, 15-17.
El Madrid pareció sentirse superior y como no queriendo forzar la máquina desde el principio. En el segundo cuarto, Pascual ordenó a sus jugadores defender en individual y, además, apareció Wallace desde el triple (tres sin fallo) para agrandar una victoria parcial que se cifró en 34-39 cuando los jugadores se marcharon al vestuario.
A los jugadores de Laso les faltó el ardor de partidos anteriores, mientras que en el Barça la premisa era clara: defender como perros y conceder todo el protagonismo en ataque a Navarro y Lorbek con ataques largos y pausados.
A 6 minutos para el final, el Barça comenzó a respirar gracias a los diez puntos de ventaja, 58-68. De ahí hasta el final el Real Madrid intentó recurrir a la heroica, pero no fue el día.