El colombiano Radamel Falcao García se encumbró ayer en Bucarest como uno de los mejores goleadores del mundo con dos goles que doblegaron al Athletic Club y dieron una nueva noche de gloria, y van tres en dos años, al Atlético de Madrid.
El equipo colchonero parece haberle cogido el gusto a los títulos europeos y sumó el tercero -de los cuatro que tiene- en las dos últimas temporadas imponiéndose sin paliativos a un Athletic que careció de todos los recursos y la magia que le habían acompañado durante todo su trayecto.
Sin sorpresas en el entramado táctico de ninguno de los dos equipos comenzó mejor el Atlético que el Athletic el partido. Los de Bielsa parecieron algo nerviosos al inicio, con varias pérdidas de balón que le complicó mucho la vida ya en el arranque. Y ya pronto los de Simeone, que ya habían avisado en el minuto 1, se adelantaron. Fue Falcao, intenso y concentrado, el que abrió el marcador. Lo hizo en el minuto 6 con un golazo en el que se deshizo con un recorte dentro del área a Amorebieta para acabar colocando el balón al palo largo, adonde no pudo llegar Iraizoz porque el balón era casi imposible de atajar.
Castigo
Recibió un duro castigo el Athletic a su comienzo dubitativo y el Atlético un enorme premio a su salida a por el rival a su campo, donde los colchoneros recuperaron varios balones muy peligrosos. Poco a poco fueron recuperándose los vascos del mazazo y empezaron a surtir de balones a Llorente, que tuvo dos oportunidades a pesar de estar bien amarrado por los centrales, especialmente por Godín. Aún así, el ariete internacional logró rematar de cabeza un centro desde la derecha Iraola. Otro remate fallido de Llorente, en esa ocasión con el pie y fuera, un fuerte tiro de lejos de Munian bien detenido por Courtois y un par de caídas en el área local protestadas por los jugadores visitantes dieron paso al segundo gol del partido. Marcado por Falcao, que sacaba petróleo de cada debilidad de los de Bielsa.
El colombiano puso el 2-0 en una jugada nacida de una pérdida de Amorebieta al borde en la frontal de su propia área y continuada por Turam, que robó el balón al central. El turco centró sobre Falcao, frente al que se resbaló dos veces Aurtenetxe, y el de Santa Marta, fusiló de nuevo a Iraizoz.
Falcao, que se jugó una segunda amarilla al borde del descanso, aún pudo aumentar su cuenta en un nueva acción terminando una primera parte a la que dio carpetazo un chut desviado de De Marcos al borde del área.
Con casi todo perdido, Bielsa movió sus piezas en el paso por vestuarios y Aurtenetxe e Iturraspe se quedaron en ellos para dar paso a Ibai Gómez, un cambio habitual, e Íñigo Pérez.
Simeone, en cambio, nada tenía que cambiar de su casi perfecta media parte.
Y parecía darle algo de resultado el movimiento de sus peones al de Rosario, ya que a los 20 segundos de la reanudación una peligrosa colada por la derecha de Muniain estuvo a punto de dar un disgusto al Atlético. Pero lo enmendó Miranda, cediendo el primero de los varios córneres que botó su rival en los primeros minutos del segundo tiempo. Todos infructuosos.
Superó el Atlético ese pequeño momento de apuro y para el minuto 6 Diego casi encuentra el 3-0 en un balón largo no despejado por la defensa bilbaína. Sobre la hora de partido, Llorente tuvo una opción en el área pero no estuvo rápido y se le cerraron dos rivales.
Un lanzamiento fuera de Adrián y un chut alto de Ibai, en ambos casos fuera del área y en el segundo tras no llegar Llorente a un centro desde la derecha, dieron paso al último cuarto de choque.
Comenzó el tramo final con un error de Juanfran que pudo costarle caro a su equipo. Perdió la pelota ante Ibai dentro del área, pero el tiro de De Marcos se fue muy alto.
Siguió con su asedio el Athletic, pero ni Susaeta ni Llorente tuvieron su mejor noche. Al contrario que Falcao que amenazó un tercer tanto con un tiro al palo. Y que Diego, que redondeó la fiesta rojiblanca colchonera marcando el definitivo e inapelable 3-0.
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