El FC Barcelona ha quedado apeado de la Liga de campeones al caer eliminado por el Chelsea en la semifinal de la Liga de Campeones, y se queda sin poder reeditar el título de campeón que se jugará en Múnich.
Un 2-2 final, con un último tanto de Fernando Torres cuando el Barça tenía acorralado al Chelsea, fue decisivo para sentenciar la eliminatoria, que acabó con los barcelonistas hundidos y rotos en el centro del campo, aunque la afición azulgrana reaccionó con un largo aplauso a sus jugadores.
El Barcelona aspiraba a jugar su tercera final en cuatro años, todas ellas bajo el mandato de Josep Guardiola, en los que al final ha firmado dos títulos y dos semifinales.
El equipo catalán cayó en una semifinal eléctrica en la que tuvo el pase para la final en sus manos justo cuando Iniesta marcó el 2-0 pero, igual que pasó en el partido de ida (1-0), el Chelsea aprovechó los minutos extra para conseguir un gol histórico, el que marcó Ramires para alcanzar la final para su equipo.
No hubo finalmente gol heroico para los azulgrana como en el 2009 cuando Iniesta marcó el tanto del empate y que dio el pase a la final precisamente contra el Chelsea.
Y no fue porque el Barcelona no lo intentó en un partido claramente dominado por el equipo catalán, que con el 2-1 tuvo en Messi la oportunidad del 3-1 en un lanzamiento de penalti que acabó en el larguero, y minutos después otro disparo del argentino que fue al palo.
De esta forma no se verá el clásico español en la finalísima, a la espera de que el Real Madrid mañana pueda llegar a la final si supera en su semifinal al Bayern de Munich, con un 2-1 en la ida favorable al equipo alemán.