David Ferrer asumió su liderazgo y al superar al número uno austríaco Jurgen Melzer (7-5, 6-3 y 6-3), situó de nuevo a España en una semifinal de la Copa Davis, la cuarta en el último lustro.
El quinto jugador del mundo liquidó las expectativas del conjunto centroeuropeo, reanimadas tras el triunfo del sábado en el partido de dobles, que evitaron un adiós precipitado de los visitantes al marcar el 3-1.
El equipo campeón se aferra a su corona. Ahora, su defensa será puesta en cuestión del 14 al 16 de septiembre, como local y contra Estados Unidos, que sorprendió a Francia en Montecarlo.
Ferrer se mantuvo infalible. Lo ha sido para España cada vez que ha saltado a la pista con la 'Roja' como local. Su récord se eleva a catorce triunfos consecutivos en esta situación.
David Ferrer tardó dos horas y 24 minutos en sacar adelante el choque ante la nueva versión de Melzer, nada próxima a la que ofreció en la sesión del viernes, cuando fue sacado de la pista por Nicolás Almagro en menos de dos horas. El tenista de Viena estuvo más cerca de la sólida raqueta que tiró de Austria en la primera ronda, frente a Rusia, y en el jugador peligroso que advierten sus rivales en las competiciones del circuito.
«Ha sido una victoria muy dura. Contento por ganar en tres sets. Hemos hecho todos una gran eliminatoria. Jugar en casa otra vez, contra Estados Unidos, es una gran noticia», dijo Ferrer tras el triunfo, todavía en la pista.
De hecho, se aferró a la pista. Especialmente en la primera manga, que duró una hora. Ese set pudo, seguramente, marcar el partido. Melzer, vigésimo segundo tenista del circuito, ganador este año en Memphis, dispuso opciones de abrir brecha en el marcador. Pero Ferrer defendió con solvencia cada amenaza de rotura de su adversario.
El español, de igual forma, también pudo acelerar el paso del parcial. Especialmente en el octavo y décimo juego. El botín lo obtuvo en el duodécimo, que le supuso el set (7-5).
Melzer acusó el bajón y desechó su saque a las primeras de cambio en el segundo. Ferrer logró cinco juegos seguidos y encarriló también esa manga. El austríaco, sin embargo, se rehizo y recuperó el equilibrio en el séptimo, pero cedió el octavo. Fue la tónica del centroeuropeo. Golpes de talento con errores imposibles. Irregularidad.
La resistencia de Jurgen Melzer decayó paulatinamente. Fue incapaz de defender el saque en el séptimo juego y Ferrer, ganador este año en Buenos Aires, Acapulco y Auckland, tuvo vía libre para cerrar el partido.
«Era un partido incómodo porque Melzer varía mucho su juego. No era fácil pero David ha jugado muy concentrado y ha esperado su momento, sobre todo en el primer set. Es una gran noticia disputar las semifinales en casa, con Estados Unidos. Tenemos cuatro o cinco meses por delante y después a volver», señaló Alex Corretja, el capitán del equipo español.