Los cuartos de final de Copa del Rey traen a escena un nuevo clásico del fútbol español, una eliminatoria que enfrenta a los dos equipos del momento en el panorama futbolístico mundial, en el que un Real Madrid con bajas que retocan su dibujo examina su ansiedad ante un Barça con la medida tomada al Bernabéu. (22.00 horas, Canal+)
Afronta el Real Madrid una nueva oportunidad de destruir un muro psicológico. Salvo en la última Copa del Rey, con aquella vistosa final de Mestalla, el equipo de José Mourinho no ha superado nunca en el marcador a su eterno rival. El enésimo intento llega con un once condicionado por las bajas y la situación del argentino Ángel Di María.
Mourinho esconde sus cartas y ni siquiera ofrece lista de convocados. Pero la ausencia por sanción de Álvaro Arbeloa y por lesión de Sami Khedira son un quebradero de cabeza para un técnico que debe decidir si ir por el Barcelona o esperarle con un planteamiento defensivo pensando en la vuelta en el Camp Nou.
La última vez que jugó de tú a tú al Barcelona, en Liga, el madridismo volvió a marcharse del Santiago Bernabéu con la cabeza baja (1-3). Ahora, se juntan dos bajas de jugadores de 'clase media' para traer en jaque el planteamiento.
Sin Khedira solo existe la figura de Lass Diarra como centrocampista destructivo. Sin Arbeloa no hay otro lateral derecho una vez reconvertido a Sergio Ramos en central. Los portugueses Fabio Coentrao o Pepe se perfilan como candidatos a formar pareja de Xabi Alonso y aumentar el músculo en la zona de creación azulgrana.
Todo el trabajo de recuperación de Di María estuvo encaminado a su titularidad ante el Barça. Su evolución en las últimas horas no fue según lo esperado, como reconoció Mourinho, y si no entra en el once será una baja clave para el técnico. Su lugar lo ocuparían José Callejón o Gonzalo Higuaín, que debería asumir labores defensivas.
En todos los grandes partidos los focos apuntan a Cristiano Ronaldo. En este clásico aún más. El portugués llega en un momento bajo. Cuestionado por un sector de su afición que provocó con silbidos que no celebrase su último tanto en el Bernabéu ante el Granada, pero protegido por Mourinho. «Quien le critique tendrá problemas».
Mientras, el Fútbol Club Barcelona jugará su tercer partido de la temporada en el Bernabéu, con la meta de obtener un tercer botín en la ida de los cuartos de la Copa del Rey, igual que hizo en las dos anteriores encuentros esta temporada, en los que arrancó un valioso empate en la Supercopa de España (2-2) y se llevó la victoria en la Liga (1-3).