El Real Madrid derrotó 5-1 a la Ponferradina en un partido sin historia tras el triunfo por dos goles en El Toralín, pero que tomaron en serio los menos habituales, con Sahin dejando sus primeras muestras de calidad en plena exhibición de Callejón.
Con la mitad de la primera plantilla de vacaciones, los titulares Pepe, Özil y Benzema fueron los elegidos por Mourinho para disputar un trámite. El sueño de la Ponferradina se desvanecía en su estadio. Solo le quedaba disfrutar de un partido inolvidable para el club y la carrera de muchos de sus jugadores.
Fue el día en el que Sahin comenzó a mostrar detalles de calidad que le convirtieron en el mejor jugador de la Bundesliga. Cambios de juego, taconazos, asociaciones al primer toque y remate. Más fresco. Con mejor ritmo. Y ganando confianza. La debilidad del rival no es la vara de medir correcta, pero el turco cierra el año feliz tras mucho sufrimiento por dos lesiones de rodilla.
Tomó ejemplo del hambre de Callejón. Una bendición para Mourinho. Al minuto 26 su desmarque de ruptura encontraba premio. Su disparo cruzado, lejos del alcance del portero Orlando Quintana, entro a la red pegado al palo. Tres partidos seguidos marcando y titular en una 'final' en Sevilla, la confianza de Callejón está en las nubes. Tanto que le cae un balón en la esquina, casi pegado al palo, y tras ver una mala salida del portero, gira sobre sí mismo, la pega con rosca y solo el travesaño evita otro gol. Y ni el partido sentenciado rebaja su hambre. Cerró la goleada.
La Ponferradina de Claudio Barragán fue valiente. Su esfuerzo de la primera parte se cerraba con un castigo al borde del descanso. Un saque de esquina de Özil lo remató Sahin. Feliz con su primer gol en el Bernabéu.
La segunda parte comenzó de la misma manera. Benzema buscaba el gol. Y lo encontró su compatriota Varane. Una falta lanzada por Granero no la atajó Orlando, que dejó muerto el balón para que marcase el central.
El gol de la honra nunca lo olvidará Alcorán. Culminó un contraataque con un zurdazo ajustado, apoyado en la pasividad de Pepe y Varane.
Por su parte, el Espanyol sentenció el pase a octavos ante el Celta de Vigo (4-2) tras una primera media hora frenética. Weiss, Álvaro, Hugo Mallo (en propia meta) y Sergio García anotaron los tantos blanquiazules, mientras David Rodríguez marcó los dos tantos celestes.
De la misma manera, el Sevilla cumplió con el trámite en su feudo y superó al San Roque de Lepe por un ajustado 2-1.