El Santos y el Kashiwa Reysol se enfrentan hoy en la primera semifinal del Mundial de Clubes con todas las miradas puestas en la mediática estrella del equipo paulista, Neymar, que afronta su primera cita oficial de alcance global. De seguro, los aficionados y clubes europeos interesados en hacerse en un futuro con los servicios del delantero tomarán esta puesta de largo como una prueba para certificar su talento, que ya ha maravillado en la liga brasileña y en la Copa Libertadores.
Pese a que su actuación en la última Copa América demostró que puede ser decisivo en torneos internacionales, algunos creen que aún es pronto para que juegue en Europa, donde su estrella podría desinflarse, como ha sucedido con otros jugadores brasileños que han emigrado pronto.
Sin embargo, esta ocasión puede despejar las dudas ante la posibilidad de que Neymar y su Santos, favoritos para llegar a la final, se midan en el partido decisivo con el todopoderoso Barça de Guardiola y Messi, y lleguen a arrebatarle el cetro de «mejor equipo del mundo».
El astro renovó recientemente con su equipo hasta 2014 y dio a entender que se quedará en Brasil hasta después del próximo Mundial, lo que no quita para que los grandes clubes europeos tienten al carismático y vertiginoso jugador para que cruce el charco si finalmente logra estar a la altura de las expectativas.
Neymar tendrá como compañero en ataque al goleador Borges, que a sus 31 años vive probablemente la mejor temporada de su carrera, y detrás a un escudero de lujo, Ganso, otra perla que ha llamado la atención del Viejo Continente y que puede aprovechar esta ocasión para exhibir su prodigiosa inventiva en la medular.
Por detrás estará Elano, que pese a no estar plenamente recuperado de su última lesión seguramente salga de inicio para aportar al equipo su veteranía en competiciones de altos vuelos. En la zaga, el Santos recurrirá a la solvencia de hombres como el lateral Danilo, el capitán Edu Dracena, o el joven portero Rafael Cabral.