Joan Antoni Riera fue recibio ayer como un auténtico héroe. El conductor de Manacor llegó por la mañana a Palma después de colgarse el bronce en el Campeonato del Mundo de trote celebrado en Nueva York. La consellera de Medi Ambient, Catalina Soler, y el presidente de l'Institut Hípic, NiColau Gómez, acudieron a la terminal para felicitar al campeón y unirse a un recibiento muy emotivo donde no faltaron las lágrimas de sus padres y de su mujer cuando se abrazaron a Joan Antoni.
Si hay un jockey particular en Mallorca desde la década de los ochenta,este es sin duda Joan Toni Riera. Su estilo único e inimitable le ha convertido en el dominador absuluto del hipódromo de Manacor, su ciudad natal. Joan conoce al milímetro los 645 metros de cuerda de la pista de municipal y sus exhibiciones antológicas en este recinto pueden contarse por centenares, sobretodo con caballos más complicados que solo realizan estas prestaciones bajo su tutela. Desde que Joan 'Boveret' salió de la isla para representar a nuestro trote en campeonatos internacionales nunca ha pasado inadvertido. Primero fue el primer europeo de profesionales que consiguió en Austria a mediados de los noventa. El año siguiente ya dejó huella en América en su primer mundial en el cual consiguió la medalla de bronce. Dieciséis años más tarde el manacorí ha vuelto a impresionar a los norteamericanos con su gran habilidad, una pericia que le ha proporcionado cuatro victorias en las veinte carreras puntuables, dos de ellas con caballos que no partían ni por asomo como favoritos. Riera se ha mostrado especialmente fructífero dirigiendo a los pacers, caballos que corren con una secuencia diferente a la del trote, con los cuales únicamente ha tenido contacto en las dos competiciones que ha disputado en América. El mago de Manacor ha sido el más regular en cada una de las jornadas este buen hacer le ha premiado con una segunda medalla de bronce.