Las nadadoras Andrea Fuentes y Ona Carbonell encontraron ayer el premio a su esfuerzo y talento en la piscina del Mundial de Shanghái 2011, en la final de dúo técnico, donde el equipo español logró hoy su segunda medalla en estos campeonatos.
El equipo que dirige Anna Tarrés se ha entrenado en los últimos meses entre nueve y diez horas y media, en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Barcelona, para presentarse en esta ciudad china con opciones y posibilidades de ganar las siete medallas que se llevó del último mundial, el de Roma 2009.
España y Andrea Fuentes, junto a Ona Carbonell, sumaron su segunda medalla de bronce y lo hicieron en el mismo deporte en el que el domingo abrió su casillero en el medallero, la natación sincronizada.
El podio del domingo se repitió ayer en el dúo técnico con las parejas de Rusia y China por delante de España, y Canadá en la cuarta plaza superada por las españolas desde las series preliminares.
Natalia Ischenko y Svetlana Romashina subieron a los más alto del podio con una nota general de 98.200, con 48.900 puntos en ejecución y 49.300 en impresión general, para batir a las locales Huang Xuechen y Liu Ou, con 96.500 puntos, de los cuales 48.200 llegaron en el apartado de ejecución y 48.300 en la impresión general.
Bajo los acordes del tema de los años setenta «Palomitas de maíz» y con uno de los ejercicios más rápidos, y más arriesgados, de todas las participantes, Carbonell y Fuentes recibieron 95.400 puntos: 47.700 en la impresión y también 47.700 en la impresión general de los jueces de la competición.
Las canadienses Elise Marcotte y Boudreau-Gagnon tampoco pudieron esta tarde superar a las españolas y se quedaron a un paso del podio. Las norteamericanas lograron 94.100 puntos: 47.100 en la primera nota y 47.000 en la segunda.
Por delante de Japón, medallista de bronce olímpico en Pekín 2008, con Yukiko Inui y Chisa Kobayasi; de Ucrania, con Daria Iushko y Kssenya Sydorenko; y de Italia, con Giulia Lapi; y Francia, octava, con Sara Labrousse y Chloe Willhelm.