BIZKAIA BILBAO BASKET (19 10 18 8): Jackson (8), Blums (5), Mumbrú (14), Hervelle (8) y Mavroeidis (-) -cinco inicial-; Warren (4), Vasileiadis (5), Fischer (5) y Banic (6).
REGAL BARÇA (12 18 18 16): Sada (6), Navarro (16), Anderson (10), Lorbek (7) y Perovic (2) -cinco inicial-; Rubio (0), Lakovic (0), Ingles (6), Grimau (2), Morris (2), Vázquez (4) y Ndong (9).
Àrbitros: Arteaga, Pérez Pizarro y Conde. Sin eliminados.
Efe
El 'efecto Miribilla', la simbiosis entre la entrega sin límites del Bizkaia Bilbao Basket y el inagotable apoyo de su público, no pudo frenar ayer a un Regal Barcelona que se ha comportado en Bilbao en plan campeón y ha cerrado la serie con un 3-0, con un 55-64 final un tanto inflado en los instantes finales. Es la primera vez que un equipo suma los tres títulos nacionales en juego en una misma temporada: Supercopa, Copa del Rey y Liga ACB.
El equipo de Xavi Pascual aguantó primero a un rival muy motivado, equilibró para el descanso el choque y lo definió al final con la aparición de sus jugadores más desequilibrantes, Juan Carlos Navarro, incontestable MVP de la final, y Erazem Lorbek.
Con esta victoria, el Barcelona completa una serie y unos play-offs inmaculados, en los que solo ha conocido el triunfo ante Unicaja, Caja Laboral y el sorprendente Bizkaia BB. Ha sumado ocho encuentros sin perder en la serie por el título.
El conjunto del griego Fotis Katasikaris estuvo donde debía y donde se ha puesto en una segunda fase de la temporada que nunca olvidará y que posiblemente le de una plaza en la Euroliga. Eliminar al Power Electronics Valencia y al Real Madrid y plantar cara al todopoderoso Barcelona no estaba hace un mes ni en sus mejores sueños.
Lo intentaron de nuevo hasta la extenuación 'los hombres de negro', pero les faltó poder anotador y apariciones rivales. Algunas previsibles, como las de Navarro (16 puntos) y Lorbek, pero otras más inesperadas, las de Ndong (9 y 6 rebotes) y Sada (8 rebotes, 5 ofensivos). El pívot, anotando lo que no acostumbra; y el base, martirizando al Bizkaia con sus innumerables rebotes defensivos.
Mumbrú (14 puntos) tiró del carro local mientras pudo, pero al final acabó claudicando ante la solidez y el fondo de armario visitantes.