Se presentan una serie de días muy movidos para Gregorio Manzano Ballesteros, ex entrenador del Real Mallorca y que ayer firmó por una temporada como nuevo técnico del Atlético de Madrid. Descartados Luis Enrique y Joaquín Caparrós, la tercera alternativa era el andaluz, que de esta forma retorna a un equipo grande y al que ya dirigió la temporada 2003/2004. Mañana viernes será presentado en el Calderón y el martes es esperado en el Juzgado Mercantil número 2 para afrontar una vista oral por la demanda de reintegración interpuesta por la administración concursal del Real Mallorca, quien le reclama la devolución de 250.000 euros.
También el jienense deberá responder a otra demanda de impugnación de crédito presentada, en este caso por el club balear y que también asciende a 250.000 euros.
En la demanda interpuesta por los administradores concursales se interpreta que puede existir una supuesta falsificación de contrato en la temporada 2008/09 y del que salió beneficiado cobrando 250.000 euros de premios por acabar noveno y acumuló otra por lograr la permanencia cuando las dos gratificaciones resultaban excluyentes y no acumulativas, como finalmente fue. El consejero delegado del Mallorca en el momento en que se modificó el contrato de premios era Javier Martí Asensio, que negó en su momento que él hubiera modificado ningún tipo de documento trasladando la responsabilidad de este tipo de gestiones hacia el ex director deportivo Nando Pons. Precisamente ahora lo que el juez y los administradores pretenden aclarar es si existió o no modificación del contrato en beneficio del técnico sin contar con el beneplácito de la propiedad del club.
Respecto a la demanda del Mallorca, y por la que también tiene que responder el técnico, según el informe inicial de acreedores, Manzano tenía reconocida una deuda de 1.832.927 euros brutos. Al tratarse de un crédito salarial sujeto a una retención del 43 por ciento, por lo que el Mallorca sólo tenía que abonar 1.044.768,44 € (el resto debía pagarlo el club a la Agencia Tributaria). Sin embargo, si a esas cantidades brutas se le descuentan los 250.000 euros que el técnico no debió cobrar tal y como se estipulaba en su contrato, el importe neto también resulta notablemente inferior.
El entrenador jienense ha citado como testigos a su representante Manuel García Quilón y al presidente del Comité nacional de entrenadores, Eduardo Caturla. Por su parte el Mallorca ha citado como testigos a Javier Martí Asensio y al propio Gregorio Manzano. Además de los asuntos judiciales, el club teme que el ya nuevo técnico del Atlético impida que jugadores que podían recalar en la Isla procedentes del Calderón como el lateral Juan Valera, terminen sin llegar debido al nuevo papel que va a jugar a partir de ahora el preparador andaluz. Ayer el presidente del Mallorca, Jaume Cladera, fue interrogado por la posibilidad de que Mallorca y Manzano llegaran a un acuerdo antes del martes con el fin de evitar la vista oral, pero Cladera se mostró reticente a que esto pueda suceder. El juicio parece por lo tanto inevitable. El espectáculo mediático está garantizado.