Aún con la sonrisa que concede la confianza de haber superado al jugador del momento, Federer apunta a un desafío que le motiva especialmente: ganar a Nadal en Roland Garros. La fe en el triunfo le llevó a conquistar el torneo en 2009 pese a sus múltiples tropiezos ante el mallorquín y ahora considera que tendrá que jugar «un tenis increíble» parar superarle en uno de los grandes retos que se le presentan tras haberlo ganado prácticamente todo.
«No sé cuantas veces me ha ganado (Nadal) aquí y nunca he dejado de creer en la victoria. Por eso pude ganar en 2009», asegura el suizo, satisfecho por haber jugado ante Djokovic uno de sus mejores partidos sobre tierra batida y con la ambición de seguir agrandando su leyenda en los torneos del Grand Slam.
El actual número 3 del mundo analiza que «hará falta que juegue un tenis increíble» para derrotar al número uno en su superficie predilecta, pero advierte que está «contento» con su nivel. «Me siento muy bien y a gusto por cómo me muevo, aunque tampoco sé si es mi mejor momento en tierra batida», explica el suizo, que espera mantener el acierto al cambiar el juego para enfrentarse a un zurdo.
«Sé como juega y él sabe como juego, así que no hay secretos para este partido», comenta el jugador helvético, que reconoce que «es un gran desafío superar a Rafa (Nadal) en Roland Garros». No en vano ha caído ante el mallorquín en las cuatro ocasiones en las que se han enfrentado en la arcilla parisina.
Roger Federer contará con el apoyo incondicional de la grada, ya que ante Djokovic ya pudo sentir la devoción que genera entre el público de Roland Garros. «Creo que la gente sabe lo mucho que quiero a este torneo y lo que significa para mí», argumenta. El suizo admite que el respaldo que recibe de los aficionados le ayuda «mucho» y asegura que «es un placer jugar en esta atmósfera».