El defensa del Barcelona Eric Abidal ha dicho, el día que se cumplen dos meses desde que fue operado de un tumor en el hígado, que ha decidido vender «todos los coches» que tenía y destinar el dinero a «invertir en hospitales, ayudar a los niños o colaborar con asociaciones para investigar enfermedades».
«A veces pensamos que hay cosas que nos resultan útiles para vivir, pero lo más importante es la familia. He aprendido a separar las cosas y por eso he vendido todos los coches», ha revelado Abidal.
El defensa francés ha apuntado que futbolistas de su nivel son afortunados «por jugar al fútbol y tener una calidad de vida impresionante» que les permite «comprar rápidamente todas las cosas que quieres», como vehículos de lujo, una de las aficiones que ha dejado de lado.
«Cuando te toca vivir una enfermedad así se produce un cambio de 'chip'. Ahora, prefiero utilizar el dinero de esos coches para invertir en hospitales, ayudar a los niños o colaborar con asociaciones para investigar enfermedades», ha argumentado el lateral francés, que en la actualidad circula por Barcelona con una furgoneta que ha comprado para viajar siempre con su mujer y sus hijas.
Atrás ha dejado una enfermedad que le hizo pensar en la retirada, sobre todo durante «una primera semana muy dura» en la que le costó mucho digerir lo que estaba pasando, y el recuerdo de montones de cartas de aficionados barcelonistas dándole ánimos. «Me llevará tiempo, pero prometo contestarlas todas», ha apuntado.
Abidal ve ahora la vida «de forma diferente». No se considera una persona especial por volver a los terrenos de juego solo mes y medio después de pasar por el quirófano, pero sí un tipo tenaz y mentalmente muy fuerte.
«Desde pequeño he luchado por todo, en el colegio, en el juego, en el trabajo y, ahora que estoy jugando a fútbol, mi mentalidad no ha cambiado», ha asegurado.
A los que han pasado por un trance similar les recomienda que no se rindan jamás: «Que luchen. Es un partido difícil. A veces sale bien y otras sale mal. Si a mí me sale mal, yo seguiré luchando».
El defensa azulgrana sabe que «es difícil recuperar en tan poco tiempo» el impresionante estado de forma que tenía antes de que se le detectara el tumor, pero ha adelantado que estará «preparado para jugar noventa minutos o más» en la final de Wembley si Pep Guardiola lo considera necesario.
El conjunto azulgrana quiere ampliar su contrato hasta 2014. Las negociaciones están muy avanzadas, pero eso a él ahora mismo le trae sin cuidado. «No tengo esa obsesión. Si renuevo antes o después (de la final contra el Manchester) me es indiferente», ha afirmado.
Tampoco le preocupa no jugar el próximo 28 de mayo si al final el Barca levanta su cuarta Copa de Europa: «Hay finales que no he disputado -no pudo estar en la de Roma y en las dos últimas de Copa- y ésta quizá tampoco la juegue, pero lo importante es la victoria del equipo, porque es la victoria de todos».
En noviembre del año pasado jugó un partido amistoso con Francia ante Inglaterra en Wembley: «Al acabar, bromeé con mis compañeros y les dije que yo volvería allí para jugar la final de la Champions, pero ellos no se lo creyeron».
Por eso Abidal dejó una nota escrita en una taquilla del estadio. «Ahora que nos toca volver, espero que el papel aún esté allí», ha afirmado el francés, que ya sabe a quién le dedicará el título si el Barcelona gana al United el 28 de mayo.
«A mis abuelos, que se murieron hace poco, y después a toda la gente que está en el Barca, a mi familia, a mis niñas y a la gente que quiero», ha sentenciado Eric Abidal, a quien la vida le ha dado una segunda oportunidad y piensa aprovecharla viviendo en Cataluña, cuando le llegue el momento de la retirada.
«*Por qué? Porque la vida aquí es espectacular. La gente es simpática, hay sol, mar y tienes las pistas de esquí cerca. Es la vida que mi familia y yo queríamos tener», ha concluido.