Cuando se advierte el final, la Liga suele convertirse en un gran pantano; el fango envuelve a demasiados equipos y casi todo pasa a estar bajo sospecha. Las dudas acostumbran a eclipsar los numerosos alegatos al juego limpio o a la profesionalidad. En la intimidad, dirigentes y jugadores acostumbran a recrearse con viejas vivencias no autorizadas, por eso, cuando llega la hora de la verdad, la rumorología sobre amaños y primas a terceros se disparan.
Con el Mallorca metido de lleno en el lodazal, cualquier movimiento es advertido con recelo, aunque la primera bomba atómica la ha lanzado la edición nacional de La Gaceta, que habla sin excesivos tapujos del acuerdo al que podrían haber llegado Levante y Zaragoza para entregar la victoria al equipo de Javier Aguirre. El rotativo cita en su información a un expresidente maño, José Àngel Zalba. «Hay rumores de calle de que el partido podría estar amañado en los dos sentidos, tanto para que gane el Zaragoza como para que lo haga el Levante. Lo cuento porque creo que es la mejor manera de que, en caso de que fueran ciertas estas cosas, se puedan evitar y se adopten las medidas adecuadas para que no ocurran. Yo, particularmente, pido a los árbitros que estén al tanto y que si oyen alguna cosa extraña la reflejen en el acta», explica el antiguo dirigente. Zalba, asimismo, resalta en este diario que «la legislación ahora es muy dura y creo que nadie se arriesgará a recibir dinero para dejarse perder en un partido».
Varios medios digitales también difundieron durante la jornada de ayer que los nuevos propietarios del Getafe, que también se juega la vida en la última jornada del torneo, podrían haber ofrecido al Atlético de Madrid una prima millonaria para que ganara en Mallorca.
Pep Lluís Martí, requerido por estos asuntos durante su comparecencia de ayer ante los medios fue explícito: «He estado muchos años en situaciones contrarias donde equipos se juegan mucho. Son profesionales pero está claro que si algo se escucha por algo es. Hay que tener cuidado con esas declaraciones o rumores porque puede hacer mucho daño al mundo del fútbol, y a las aficiones. Sobre todo a la del Real Mallorca, que después de la campaña y apoyo que ha demostrado se merece estar en Primera División».