El Giro pasó de la fiesta al luto en unas horas, al llanto en Rapallo, adonde llegaron contundentes las palabras del doctor Giovani Tredici confirmando la muerte del belga Wouter Weylandt (Leopard-Trek), de 26 años, tras sufrir una estremecedora caída en pleno descenso de Bocco, a 25 kilómetros de meta. Wouters se fracturó el frontal del cráneo y las primeras imágenes del corredor de Gante en medio de un charco de sangre indicaron lo peor. Enseguida entró en parada cardiorrespiratoria. Cuando llegaron los médicos, con el doctor Tredici al frente, ayudado por su colega del Garmin, la suerte estaba echada. Los masajes de reanimación, mientras llegaba el helicóptero que debía trasladarle al Hospital de Génova, no sirvieron de nada. Mientras Weylandt agonizaba, todo el Giro contenía la respiración y bajaba la mirada. La etapa se convirtió en un asunto secundario. Atrás había quedado la escapada del día y se había formado otra aprovechando una pequeña subida, donde se metieron Àngel Vicioso, Pablo Lastras y Dani Moreno, junto al británico David Millar y al francés Le Mevel. Los componentes del quinteto conocían la noticia, no la gravedad de la caída. Disputaron el esprint y Vicioso se mostró como el más fuerte. Millar (Garmin) se convirtió en la nueva 'maglia' rosa, seguido por Vicioso.
Hace un año, también en la tercera, el belga ganó la etapa entre Amsterdam y Middelburg. El destino le jugó una mala pasada. Weylandt fue seleccionado para el Giro ya que Bennati sufrió una caída y fue baja.