Síguenos F Y T L I T R

La despedida de otro pionero como Fernández Ochoa

| Madrid |

El deporte de élite español surgido décadas atrás por la denominada «generación espontánea» sufrió un nuevo golpe con la muerte de Severiano Ballesteros, el gran precursor del golf en España como lo fue antaño y para el esquí Paco Fernández Ochoa, fallecido en 2006.

El deceso de 'Paquito', y ahora el de 'Seve', tiñen el deporte español de luto muy intenso. Ambos cosecharon éxitos internacionales entonces increíbles, cuando sus respectivos deportes estaban catalogados en España como minoritarios o elitistas.

Casi nada se sabía del esquí en España, como igualmente pasaba inadvertida para la sociedad española lo que ocurría en los escasos recintos con praderas verdes y segadas en donde se jugaba al golf.

Dimensión

En el caso de este último deporte, Seve amplificó su dimensión hasta hacerlo accesible al gran público. El golf era un actividad reservada entonces para las personas con rentas altas. España contaba, además, con pocos campos, uno de ellos el Real Club de Pedreña en donde Seve comenzó como 'caddie' a los 9 años.

Tras el auge deportivo de Severiano Ballesteros, el golf creció en nuestro país de manera exponencial, tanto en número de campos, como en jugadores y licencias. Además, el golf dio una nueva idea de mercado y un impulso a la industria del turismo.

Fue la llamada 'popularización' del golf, sobre la que siempre se señaló como precursor al genial jugador cántabro.
Ballesteros irrumpió con una fuerza renovadora en el ámbito del golf mundial. Ganó los mejores torneos y su figura fue venerada en el país donde el golf es considerada casi como una religión, el Reino Unido.

También Paco Fernández Ochoa, otro muchacho nacido en un pueblo (Cercedilla), se coronó como campeón olímpico de esquí en Sapporo en 1972, con sólo 21 años. Derrotó inesperadamente a los ídolos del esquí mundial. Su deporte también experimentó una notable impulso. La muerte de Seve por un tumor cerebral se produce cinco años después de la desaparición de Paco Fernández Ochoa, éste por un cáncer linfático a los 56 años.

El cáncer arrebató ayer al deporte español su primer icono universal, Severiano Ballesteros, un talento admirado en medio mundo mucho antes de la globalización, pero también ha puesto negro sobre blanco la dimensión de su leyenda, capaz de seguir abriendo informativos en cualquier idioma sin necesidad de muchas más palabras que estas: «Ha muerto Seve». Para comprobarlo, basta con echar un vistazo a las portadas de las ediciones digitales de medios como The Times («Muere a los 54 años el glorioso Ballesteros»), BBC («El grande del golf Ballesteros muere a los 54»), The New York Times («Muere el campeón Seve Ballesteros»), Le Figaro («Se apagó Seve Ballesteros») o Corriere della Sera («Adiós a Ballesteros, grande del golf»).

Lo más visto