El Centre de Tenis de Manacor ha abierto un nuevo frente entre el Govern y la Federació de Tennis de les Illes Balears (FTIB). La delegació de la Presidència per a l'Esport ha roto el convenio con la entidad que preside Jaume Amengual al considerar que no se estaba desarrollando el programa de tecnificación por el que el Ejecutivo destinaba 200.000 euros a la Balear.
El responsable del departamento d'Esports, Diego González, apunta que el convenio firmado entre el anterior equipo d'Esports dirigido por Mateu Cañellas y la FTIB está «caducado» desde el pasado 31 de diciembre y califica como «insostenible» el dinero destinado a un programa de tecnificación que «no era tal». «El déficit que ha tenido l'Escola Balear de l'Esport son el gasto de 200.000 euros que ha supuesto el acuerdo del Centre de Tennis», asegura González, que afirma haber comunicado en tiempo y forma el final del acuerdo a los gestores de la FTIB.
Por este motivo, los servicios jurídicos de la Delegació de la Presidència per a l'Esport han estudiado el convenio y podrían reclamar los 200.000 euros a la FTIB al apreciar que no se ha cumplido con lo estipulado. Según González, el departamento d'Esports del Govern ha presentado un convenio de uso para regularizar la presencia de la Balear en la instalación y para que siga disponiendo de las instalaciones sin percibir los 200.000 euros.
Por su parte, el presidente de la FTIB, Jaume Amengual, admite que en Manacor está trabajando «la escuela de la federación», ya que la base del trabajo de tecnificación se desarrolla en el polideportivo Príncipes de España. Además, manifiesta que la Balear dio por prorrogado el acuerdo porque no le fue comunicada su conclusión. El presidente del organismo que rige el deporte de la raqueta en Balears aguarda una reunión con Diego González para valorar «si se renueva o no el convenio» y baraja la posibilidad de solicitar que el Govern liquide los tres primeros meses del año para abandonar la infraestructura de la capital de Llevant, donde debe hacer frente a los compromisos contractuales de sus empleados. Amengual cree que la decisión del Ejecutivo supondría «un golpe muy fuerte» y opina que el Govern «quiere gestionar el centro sin la FTIB».