Gregorio Manzano está viviendo sus horas más bajas como entrenador del Sevilla. Su equipo se sitúa a 13 puntos de la zona Champions y lejos queda la ilusión que despertó su llegada a Nervión el pasado 27 de septiembre. De hecho, si José María del Nido no ha tomado la decisión de rescindir su contrato es por el elevado coste que supone hacerlo y porque sería reconocer un grave error.
En la jornada de ayer los principales medios escritos de Sevilla se mostraban, por una parte críticos con el entrenador andaluz y por otra apuntaban que ni Manzano ni ninguno de sus ayudantes va a continuar más allá de 30 de junio.
La Razón explicaba en su edición de ayer que «el efecto Manzano ha revertido sus consecuencias». Este rotativo no duda en asegurar que «sus métodos no convencen y su fútbol mucho menos», una afirmación que ofrece pocas dudas respecto al punto de vista de este rotativo. La Razón añade al respecto que «el Sevilla de Manzano ha sumado el 45% de los puntos disputados en Liga (7 triunfos, 2 empates y 8 derrotas), si bien son más preocupantes aún las sensaciones destiladas por un grupo a la deriva. Nadie cree ya en el preparador de Bailén. Ni fuera ni dentro del club. La defensa a ultranza de sus dos predecesores más inmediatos ha tornado ahora no sólo en silencio administrativo, sino en elucubraciones promocionadas tanto en privado como en público».
Estadio Deportivo recordaba en su información relacionada con el Sevilla que los antecesores del andaluz, es decir, Jiménez y Àlvarez, «fueron destituidos con una mejor media que Manzano». En su información subraya que «el descontento en la planta noble con Gregorio Manzano es un secreto a voces. Al entrenador sevillista no le respaldan los números, que a fin de cuentas es lo importante en el fútbol. Y es que el de Bailén tiene una media de puntos por partido bastante pobre, superada con creces por sus predecesores en el banquillo nervionense. Al mismo tiempo que se discute la labor de Manzano, todo apunta a que seguirá en su cargo hasta el final de la presente temporada, ya que su destitución sería mucho más costosa económicamente que la de sus antecesores».
Diario de Sevilla titulaba «malas sensaciones y ya...malos números» y en su información apuntaba que «Si la figura de Gregorio Manzano se mantenía -más mal que bien- en la balanza de crédito de los aficionados del Sevilla era por ciertos resultados más que por las sensaciones futbolísticas, pero la situación ha cambiado radicalmente con respecto al jiennense. Si bien la Copa del Rey y la clasificación para las semifinales en dos partidos de raza ante el Villarreal encendió el orgullo del sevillismo y desvió la atención hacia otros focos que no tenían mucho que ver con el entrenador, la vuelta a la realidad y la nefasta racha en la Liga han puesto en entredicho el trabajo de un técnico», destaca este rotativo.
As y Marca los diarios deportivos apuntaban ambos al regreso de Caparrós para la próxima temporada. El primero aseguraba que «el crédito de Manzano está prácticamente agotado» mientras que Marca anota que «en Sevilla le ven desorientado» y le colocan en el banquillo del Atlético con vistas a la próxima temporada.
Gregorio Manzano no encaja bien las críticas, en Mallorca dio sobradas muestras de cómo las rechazaba y en qué tono y ahora en Sevilla está pagando una verdadera penitencia.