El suizo Roger Federer, segundo favorito, tiró de épica y de la fiabilidad de su servicio para tumbar al estadounidense Mardy Fish (6-7(5), 7-6(1) y 6-4), invitado de la organización y revelación del torneo, y ganar por cuarta vez el Masters 1000 de Cincinnati.
El helvético apunta al Abierto de Estados Unidos, el último Grand Slam de un curso complicado para él. Desplazado del número uno del mundo, llegó a caer incluso al tres, ha llegado a la segunda mitad de la temporada con el Abierto de Australia, en enero, como único botín.
Federer, al que se le escaparon las finales del Masters 1000 de Canadá, en pista dura, el Masters 1000 de Madrid, en tierra, y el torneo de Halle, sobre hierba, ha alimentado su cosecha con Cincinnati, que ya conquistó el pasado año, en el 2007 y en el 2005. Algo que sólo había logrado hasta ahora el sueco Mats Wilander. El de Basilea suma ya 63 títulos más 27 finales perdidas.
Después de dos horas y cuarenta minutos, Roger Federer amarró su decimoséptimo Masters 1000. Igual que Andre Agassi y a sólo uno del español Rafael Nadal.
Una sola rotura de servicio decantó el vencedor de Cincinnati. Fue en el noveno juego del tercer set cuando Federer quebró el saque de Mardy Fish, el arma en el que se sustentó el estadounidense, que cerró el duelo con diecisiete saques directos pero frustrado por no poder conquistar el título más importante de su carrera.
Mardy Fish ha sido la revelación de la presente edición. En su cuarta final del año, que le supusieron los títulos de Atlanta y Newport y la derrota en Queens, aspiraba al triunfo más sonoro de un historial que contempla cinco éxitos.
Finalista en el 2003, cuando perdió ante Roddick, al que eliminó en semifinales, eliminó uno por uno al francés Gilles Simon, al español Fernando Verdasco, octavo favorito, al galo Richard Gasquet y al británico Andy Murray, cuarto cabeza de serie, volvió a salir derrotado de la final en este torneo a pesar de que se puso por delante en el partido tras apuntarse el desempate en el primer parcial.
Apenas cuestionó el saque de Federer. Sólo tuvo una ocasión de rotura, y pretendió llevar los sets al 'tie break'. También pasó en el segundo que perdió ante el helvético. La pérdida del servicio en el noveno supuso una nueva derrota ante el suizo, la sexta en siete enfrentamientos.
Sin embargo, el buen papel de Fish le hará mejorar quince puestos en el ránking mundial. Del 36 en el que estaba, sube al veintiuno. Federer se mantiene en el número dos, condición con la que afrontará el Abierto de Estados Unidos, su auténtico objetivo en este tramo de la temporada.