La española Mireia Belmonte se quedó sin fuerzas en el último 50 de la final de los 200 mariposa y no pudo mantener ni la segunda plaza, que fue suya durante gran parte de la prueba, ni la medalla de bronce y se despidió con una cuarta plaza de los campeonatos continentales que acabaron ayer en Budapest. Por su parte, Erika Villaécija y Patricia Castro fueron séptima y octava, respectivamente, en la final de 400 libre y Carlos Vives tocó en la séptima plaza en los 400 estilos.
En los 200 mariposa, Belmonte llegó a ir segunda en los pasos por el 200 y el 300, pero, por la calle ocho, sin poder controlar a sus rivales y sin fuerzas en las piernas en el último 50 sucumbió ante el empuje de las húngaras Katinka Hosszu, oro con 2:06.71, y Szuszanna Jakabos, plata con 2:07.06. La española hizo 2:08.30 y quedó a menos de un segundo del bronce de la británica Ellen Gandy, con 2:07.54.
Por otro lado, la británica Rebecca Adlington se llevó el título en los 400 libre, con 4:04.55. Villaécija hizo 4:09.73 y Castro 4:10.11.
Presión
Castro, con 18 años recién cumplidos, no pudo con la presión de nadar en la calle 5 con el segundo mejor crono de las finalistas y con la campeona olímpica en el 800 metros en Pekín 2008, Adlington, al lado, y llegó la última después de ser superada por su compatriota en el último 100. Villaécija mejoró en dos segundos su marca de la mañana, pero sólo le sirvió para ser séptima en la peor de las tres distancias que suele nadar: los 400, los 800 y los 1.500.
En los 400 estilos, el húngaro Laszlo Cseh consiguió imponerse con 4:10.95, secundado por su compatriota David Verraszto, plata, y el israelí Nevo Gal con 4:12.96 y 4:15.10, respectivamente. Vives paró el crono en 4:18.27.
Así pues, la participación española estuvo una vez más llena de contrastes. Nadadores que brillaron el año pasado en los Mundiales de Roma como Aschwin Wildeboer o el mallorquín Marco Rivera han estado en la capital húngara por debajo de su nivel. Ambos han tenido un año en el que no han realizado entrenamientos tan exigentes de cara a comenzar en las dos próximas temporadas sus mejores entrenamientos de cara a los Mundiales de Shangai 2011 y los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres. En cambio, otras como Duane da Rocha, Merche Peris o Patricia Castro han protagonizado la sorpresa positiva de los Campeonatos. Por su parte, Erika Villaécija y Rafa Muñoz han mantenidos el gran nivel mostrado en los últimos años.
España finaliza este Europeo con nueve medallas, las cuatro de plata de la sincronizada, la de oro de Muñoz, y cuatro bronce: da Rocha en los 200 espalda, Peris en los 50 espalda, Villaécija en los 1.500 y el saltador Javier Illana en el trampolín de 1 metro.
Hace dos años, en Holanda, el equipo español sumó 12, si bien al ser un año olímpico hubo conjuntos que no acudieron con todos sus mejores nadadores.