La fiesta no fue completa ayer noche debido a que en algunas zonas, concretamente en el Arenal, se registraron incidentes protagonizados por más de doscientos aficionados que confundieron lo que debía ser la alegría por el título con las gamberradas.
Invadieron las calles e impidieron el tráfico rodado además de volcar contenedores. La situación obligó que los efectivos de la Policía Local tuvieran que emplearse a fondo con los más violentos, lo que sin duda creó momentos de mucha tensión en las calles. Parecía más que una celebración por haber conseguido el Mundial, una batalla campal.
Las fuerzas de seguridad tuvieron que emplearse con prontitud para evitar males mayores.