El tenista español Albert Montañés, número 32 de la ATP, liquidó hoy al suizo Roger Federer, número uno, por 6-2 y 7-6 (7-5) y se colocó en la final del Abierto de Estoril, prueba que ya ganó el año pasado.
Con un público luso favorable al helvético, el de Sant Carles da Rápita realizó una gran actuación y se sirvió de su movilidad para anular las habilidades del número uno del mundo, muy apagado durante el partido.
El español comenzó a imponer su autoridad en el primer set, cuando rompió varias veces el servicio de un Federer impotente al que endosó un inapelable 6-2. El aviso obligó al suizo a forzar la máquina en la segunda manga, cuando mostró un tenis más sólido.
Sin embargo, Montañés, especialista en tierra batida, volcó el juego en el revés del suizo -su punto más débil- y forzó el desempate, donde no perdonó a un rival pálido que no acaba por encontrarse a gusto en este tipo de superficie.
«No esperaba un partido así. Empecé al cien por cien desde el inicio», declaró el tenista catalán a la televisión lusa RTP.
Su rival para la final de mañana saldrá del ganador del encuentro entre el español Guillermo García-López y el portugués Federico Gil.