ElPozo Murcia conquistó su cuarto título de campeón de la Copa de España ante su víctima preferida, el Lobelle de Santiago, al que volvió a dejar con la miel en los labios, como sucediera en la Supercopa de Vigo cuya final tuvo un guión prácticamente calcado a la de hoy en el Fontes do Sar.
En esta ocasión fue el equipo gallego el que tuvo que nadar a contracorriente y el que vio la prórroga como mal menor, aunque a la vista del balance de ocasiones de gol, bien pudo llevarse el torneo que deseaba más que nunca por celebrarse en su ciudad.
El partido comenzó eléctrico. Apenas transcurrido un minuto David erró, por los locales, una clara ocasión en boca de gol y acto seguido Vinicius no perdonó en la primera que tuvo.
El Lobelle apretó aún más en la presión y llevó la iniciativa ante un rival bien pertrechado atrás, a la espera de una nueva oportunidad para dar otro zarpazo.
Los locales se armaron de paciencia para tratar de buscar alguna rendija en el entramado defensivo de ElPozo, pero no hubo manera. Y para mayor preocupación de los de Tomás de Dios, empezó a rondar el segundo gol en la portería de Barrón.
Primero Kike, en una acción de picardía, envió el balón al larguero al saque de una falta, y luego Wilde conectó un duro disparo que repelió con apuros el meta local.
ElPozo no tuvo rubor en cerrarse literalmente en su área, lo que conllevó un alto riesgo, sobre todo en los envíos lejanos. En uno de ellos Rubi tuvo el empate en sus botas al desviar un tiro de Eka, pero el balón salió a escasos centímetros.
Pero no dejó de ser una excepción en una primera parte que el equipo murciano supo domesticar con efectividad y oficio. Lo mejor estaba por llegar.
Tras el tiempo de refresco se acabaron las contemplaciones. Esta vez amagó ElPozo, por medio de Wilde, y golpeó el Lobelle con el empate, que llevó la rúbrica de David.
No tardó en llegar la réplica murciana en una rápida contra que inició y culminó Wilde, y menos aún el remate con la puntera de Pola que devolvía las tablas al marcador.
Atrás quedó el rigor táctico, el control total, y los dos equipos sólo tuvieron una prioridad, casi una obsesión: la portería contraria. Cada uno a su manera, ElPozo con más dominio del juego estático y el Lobelle con fulgurantes contras.
Hubo tiempo hasta para la polémica con un remate de Alemao que Juanjo no atajó y que salvó en segunda instancia. La duda está en si traspasó o no del todo la línea de gol.
El hábil jugador brasileño del Lobelle estuvo igual de cerca del gol en una contra que le dejó mano a mano con el meta visitante, al que superó con una vaselina que se fue al travesaño a dos minutos y medio para el final.
No dejaron de intentarlo los dos equipos hasta el último segundo, pero la prórroga fue inevitable. Nada más comenzar, Mauricio se fabricó el definitivo 2-3 favorecido por la amenaza de los dobles penaltis que pendía sobre el conjunto local.
El mismo jugador tuvo la sentencia cuando Rafael, de portero jugador, perdió el balón en ataque, pero su envío no encontró los tres palos. Leitao, en el último suspiro, tuvo la opción de forzar la tanda de penaltis, pero ElPozo volvió a sumar un nuevo título en un 2010 en el que mejor no le podrían ir las cosas.