La década futbolística toca a su fin y el Real Mallorca puede presumir de haberse instalado en el vagón de cabeza de la clasificación. Ni más ni menos que está entre los grandes. En el periodo comprendido del 1 de enero de 2000 al 31 de diciembre de 2009, el equipo balear es séptimo en una clasificación virtual que juntaría todos los partidos de Liga disputados desde ese año hasta que disputó el último hace dos semanas frente al Málaga.
El equipo balear se encuentra ubicado en la parte alta porque es uno de los pocos que no ha descendido a Segunda estos años y durante esta década ha ido acumulando partidos y temporadas en la máxima categoría del fútbol español. Sólo seis equipos se sitúan por delante del once balear. El Real Madrid (759 puntos) seguido del Barcelona (727), Valencia (649), Deportivo (607), Villarreal (546) y Sevilla (536) están por encima del Mallorca que acumula 511 puntos.
En total ha disputado desde la primera jornada de enero de 99 hasta ahora un total de 378 partidos en Primera de los cuales ha ganado 138, empatado 97 y perdiendo 143. Ha marcado 501 goles y encajado 532, una diferencia de goles de -31. Sencillamente extraordinario. La entidad ha superado todos los problemas de tipo institucional que ha sufrido y ha logrado, no sin problemas en según qué temporadas, mantenerse en Primera e ir añadiendo más brillo a su enorme historial.
Para hacerse una idea del mérito que eso supone, basta con echar un vistazo a los equipos que están situados por debajo del Mallorca. Entidades como el Athletic Club de Bilbao, Osasuna, Atlético de Madrid, Betis, Zaragoza, Real Sociedad, por poner algunos ejemplos, presentan números inferiores a los que en estos momentos exhibe el equipo entrenado por Gregorio Manzano. Desde la temporada 99/00 hasta ahora, a nivel deportivo, el equipo ha transitado por la senda de los triunfos y también de los disgustos. Ha habido un poco de todo, pero más allá de éxitos y fracasos, el club ha logrado mantener su principal patrimonio, la Primera División.
Hasta en dos ocasiones ha conseguido clasificarse para la disputa de la Liga de Campeones durante esta última década, pero también es cierto que ha estado muy cerca de descender. Sin embargo, el esfuerzo de la entidad, de los futbolistas y de sus técnicos siempre ha dado resultado y de ahí que hoy el Mallorca pueda presumir de haberse situado con los grande. El equipo rojillo es un club de contrastes poco dado a estar en la zona de nadie y ahora, al parecer, toca estar otra vez arriba.