El Centre de Tecnificació de Tennis de Manacor trabaja a pleno rendimiento. Todas las pistas ya están a disposición de la Escola Balear de l'Esport (EBE) y los usuarios de la capital de Llevant y la comarca pueden acceder a las pistas de tenis, squash y pádel que integran una instalación que ha costado 5'6 millones de euros y ha contado con la supervisión técnica del equipo de trabajo de Rafael Nadal.
El president del Govern, Francesc Antich, recorrió ayer el recinto junto al conseller d'Esports, Mateu Cañellas, y el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, en una visita en la que observaron las evoluciones del grupo de tecnificación de l'Escola Balear de l'Esport de tenis que dirige Joan Bosch. Las instituciones celebraron la puesta en marcha de un complejo que dará cobijo a jugadores de todos los niveles y que ha superado los obstáculos derivados de la burocracia para convertirse en un enclave de referencia para el deporte de la raqueta.
Mateu Cañellas celebró la puesta en marcha de una nueva instalación y resaltó que la inauguración de las pistas de Manacor, el acondicionamiento del Palma Arena y la metamorfosis que ha experimentado el Príncipes de España satisfacen las necesidades de los grupos de tecnificación. El conseller subrayó que la situación económica imposibilita acometer la construcción de nuevas instalaciones y que la prioridad es sacar el máximo rendimiento a las existentes.
El recinto, que cuenta con Pep Abrines como responsable, está integrado por tres pistas de tierra batida, seis de superficie sintética de distinta dureza, una cubierta, seis de pádel y dos de squash. Cada una de las pistas presenta condiciones diferentes de dureza y emulan las superficies sobre las que se disputan los torneos de Miami, Shanghai o US Open, entre otros.
Rafael Nadal, que fue de los primeros en poner a prueba las prestaciones del centro, asesoró con su equipo de trabajo a la hora de diseñar las pistas y el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, subrayó la importancia que ha tenido el tetracampeón de Roland Garros para que en 2005 el Govern apostara por la capital de Llevant como el lugar idóneo para la construcción de un complejo de primer nivel.