José A. Diego|MADRID
Desde que el 26 de agosto de 2007 el Jurado de Apelación de los Mundiales de Osaka le devolvió, tres horas después de haberle descalificado, la medalla de plata en los 20 kilómetros marcha, Paquillo Fernández no ha recibido más que malas noticias en el plano deportivo. Su presunta implicación en una trama de dopaje dirigida por el médico peruano Walter Viru le sorprende en plena encrucijada deportiva, con 32 años, en incipiente declive físico y en actitud dubitativa sobre sus planes para la nueva temporada, en la que pretende ganar en Barcelona su tercera medalla de oro consecutiva en unos Europeos. Sin embargo, con fracasos consecutivos en las dos últimas grandes competiciones (fue séptimo en Pekín y abandonó en los Mundiales de Berlín); recién separado de su entrenador, Robert Korzeniowski, y en pleno proceso de reconversión hacia los 50 kilómetros, Paquillo se encuentra solo en plena encrucijada.
La carrera deportiva del granadino había adquirido una sólida reputación a partir de 2002. Al año siguiente de su abandono en los Mundiales de Edmonton, Paquillo se proclamó campeón de Europa en Múnich y desde entonces encadenó una racha impecable de medallas, ya fuera en Mundiales (tres platas), Juegos (plata en Atenas) o Europeos (dos oros). Desde Berlín, Paquillo se entrena a sí mismo, con la colaboración de Montse Pastor, viuda de Manuel Alcalde y técnica del Centro Andaluz de marcha. El domicilio de Montse Pastor es, según la investigación, el destino de paquetes remitidos desde Valencia por el doctor Viru. La policía encontró en su casa de Guadix sustancias (EPO) y documentación que la Guardia Civil y el titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia entienden suficientes para implicarle.
Los planes deportivos de Paquillo para 2010 quedan en el aire. Había pedido a la Federación un voto de confianza para competir en 50 kilómetros en los Europeos de Barcelona, sin disputar antes una prueba en esta distancia. La red de dopaje desmantelada en la 'operación Grial', y en la que ha sido implicado Paquillo, y detenidos, entre otros, el ciclista Pedro Vera y el médico deportivo Walter Viru, controlaba varias farmacias en las que se elaboraban y distribuían las sustancias ilegales entre deportistas. Paquillo no ha sido detenido, aunque sí estaba relacionado con la red que distribuía EPO y hormonas del crecimiento. Además de Viru, en Valencia fue detenida también su esposa y sus dos hijos, un entrenador, y un ciclista amateur, que también distribuía las sustancias, y otras tres personas que actuaban como distribuidores. Otro ciclista amateur fue arrestado en Barcelona, como distribuidor para la citada red.