Tras tres tropiezos consecutivos, el propósito de enmienda del Bàsquet Mallorca quedó patente ayer en el Palau d'Esports d'Inca. Los hombres de Xavi Sastre pasaron por encima del Tenerife Rural y engordaron su casillero de victorias con una tercera muesca que permite al vestuario cargarse de confianza. Tanto Marc Blanch como Daniel Northern se encargaron de dar brillo al buen nivel colectivo de un grupo que recuperó la sonrisa a costa de una escuadra canaria que se fue diluyendo con el paso de los minutos para aceptar con resignación su sexto derrota del curso.
El intercambio de golpes marcó los primeros diez minutos del choque en los que Marc Blanch ya se aventuró como el encargado de marcar las diferencias. El base visitante Eric Sánchez sostenía a los suyos mientras en la pintura canaria se advertía una grieta que los locales no dudarían en empezar a exprimir por mediación de Daniel Northern.
El igualado tanteo (24-20) del primer cuarto fue un espejismo, porque en el segundo acto el Bàsquet Mallorca dinamitó el partido. Los cambios de defensa ordenados desde la banda ahogaron al Tenerife, que sufrió el pundonor de Alzamora, la dirección de Bivià y el acierto en el tiro local. Un inspirado Pampín motró el camino con su velocidad y un triple de Shaun Green tras otro de José Amador completaron un parcial de 15-2 (44-28 a 2:20 para el descanso). El Tenerife deambulaba por la pista y el Mallorca dominó el rebote hasta conseguir que Northern permitiera a los de Xavi Sastre enfilar el túnel vestuarios con diez puntos consecutivos y una renta de veinte puntos (48-28).
El discurso de Déniz en la caseta y la defensa zonal propiciaron que el Tenerife lograra minimizar la sangría (46-32), pero Northern y un triple de Blanch devolvían una ventaja que se redujo hasta el 55-43 gracias a un triple de Anagnostou. Northern, tras completar un alley-oop servido por Pampín y una nueva acción en la pintura, devolvieron la tranquilidad a la escuadra naranja y a una grada sabedora que los suyos aprendieron la lección en La Palma (64-48 al acabar el tercer cuarto).
El Bàsquet Mallorca despejó cualquier tipo de duda y tranquilizó a los pocos escépticos que no querían cantar victoria antes de tiempo. Primero Marc Blanch y un triple de Shaun Green y otro de Carles Bivià (74-50 a 7:30 para la conclusión) asestaron un golpe definitivo debilitando la ya frágil moral de un Tenerife que sólo resistía a base del trabajo de Eric Sánchez, que trató de mantener a los suyos en el envite. Tarea harto complicada teniendo en cuenta que el Tenerife dio la sensación de haber bajado los brazos mucho antes de que el duelo ingresara en los últimos diez minutos de juego.
Los locales se gustaron y fueron ampliando su renta marcando nuevas máximas prácticamente en cada una de las acciones de ataque. Los isleños, que contaron en los últimos minutos con Fabien Fond, no dudaron en sacar a relucir su versión más solidaria para conseguir un resultado que hizo disfrutar a la afición.