«No estuve acertado, así que es el momento de hacer borrón y cuenta nueva. No voy a hablar más de la propiedad, ni a dedicarle más tiempo a una cosa que sucedió el lunes». Manzano retrocede. El entrenador del Mallorca, que el lunes había catalogado al consejero delegado del club, Javier Martí Asensio, como un «agente desestabilizador», admitió ayer su error y se mostró partidario de zanjar el tema de inmediato. Por ahora...
Gregorio Manzano, que selecciona muy bien sus acciones, decidió guardar las críticas para otro momento y se negó a abordar los temas institucionales (primas, secretaría técnica...) para centrar su discurso en el buen momento que vive su equipo. No obstante, también advirtió que no es el momento de presumir de números: «Debemos plantearnos los próximos partidos desde la humildad porque no hemos conseguido nada. En el momento en el que bajemos los brazos, nos puede ganar cualquiera por un simple detalle. No podemos sacar pecho en la quinta jornada». El de Bailén, además, argumentó su postura: «El año pasado, a estas alturas, mostrábamos una serie de desajustes y tuvimos muchos problemas. En esta misma jornada, vino el Sporting a Palma y nos hizo mucho daño. Ellos llegaron desesperados y nosotros, muy cómodos. Creíamos que iba a ser un paseo militar y acabó siendo todo lo contrario. Repito: lo que hemos sumado hasta ahora sólo nos sirve como colchón ante un posible tropiezo».
En cualquier caso, el preparador bermellón destacó el buen trabajo de sus hombres en estas primeras jornadas y subrayó esa línea como la correcta: «El nivel del grupo va en relación al de los jugadores. La defensa, por ejemplo, está realizando un trabajo fenomenal y cuando el resto del equipo lo ha entendido hemos hecho que los rivales parecieran más flojos. Lo que creo es que este año, a diferencia del pasado, el equipo está mucho más junto y eso hace que los rivales no tengan tantas oportunidades».
Cuestionado sobre su estado de ánimo, Manzano fue contundente: «Estoy muy bien, en el sentido de que nuestra primera meta es mantenernos entre los diez primeros y jugar bien al fútbol, siempre y cuando los rivales nos dejen. Además, quiero que el equipo no viva los momentos de angustia de la temporada pasada y que, de una vez por todas, la gente responda en nuestro estadio. Que seamos respetados, aunque todo lo dicho antes es un espejismo ahora mismo», alegaba. Mañana, con El Molinón como telón de fondo, tendrá una oportunidad para mostrar dónde se encuentra el Mallorca.