Feliciano López y Tommy Robredo aprovecharon la primera ocasión que dispuso España para cerrar la eliminatoria contra Israel y tras batir a Jonathan Erlich y Andy Ram, por 7-6 (6), 6-7 (7), 6-4 y 6-2, sellaron la clasificación del equipo de Albert Costa para la final de la Copa Davis, la séptima en la historia.
España ha rentabilizado su condición de local en cada una de las eliminatorias de 2009. Y será también como anfitrión como acometa la búsqueda de la cuarta 'Ensaladera' para su palmarés. El inesperado y contundente triunfo de la República Checa en Porec, ante Croacia, prolonga la defensa de la condición de campeón también en casa.
En una sede, aún por definir antes del 7 de octubre, el equipo español actuará como local en la final del 4 al 6 de diciembre contra el cuadro checo que lideran Radek Stepanek y Tomas Berdych. La victoria croata, sin embargo, hubiera obligado a España a afrontar como visitante el último envite de 2009.
Feliciano López y Tommy Robredo pusieron en entredicho la teórica superioridad de la pareja hebrea después de tres horas y 47 minutos de partido. La mejor baza de Eyal Ram para la eliminatoria fue incapaz de prolongar la lucha por la final hasta el último día.
Israel, que por primera vez en su historia disputaba una semifinal del Grupo Mundial de la Copa Davis, se despertó de su sueño de un plumazo. La que fuera mejor pareja del mundo en 2003 dejó sentir el paso de los años, la falta de soltura en arcilla y las carencias físicas que persiguen a Jonathan Erlich, lastimado en el hombro derecho en el pasado que, víctima del cansancio, sintió la reaparición de las molestias en el ecuador del duelo.
Andy Ram y Erlich, que entre ambos acumulan doce títulos, no forman equipo con la frecuencia de antes. Este año sólo han disputado dos torneos. Acusaron la pérdida del primer parcial, en el «tie break», que definitivamente asentó a los españoles, un dúo poco habitual, en el que Tommy Robredo ocupó el sitio de Fernando Verdasco, habitual compañero de López en Copa Davis.
Tuvo Israel la posibilidad de break en el noveno juego, que le hubiera proporcionado el set. Sin embargo, los españoles solventaron el contratiempo y llegaron al desempate, que resolvió Robredo con un revés paralelo.
España fue contracorriente en el segundo parcial, pero Erlich pidió ayuda a su médico. Con dolor en todo el brazo, el doblista hebreo tenía asumida la inferioridad del equipo, deshecho definitivamente en el último parcial, que selló la victoria española después de casi cuatro horas de juego.