El automovilismo regresó a las carreteras de Mallorca gracias a una de las grandes clásicas del territorial de montaña. La VI Pujada a Sant Salvador, organizada por la Escudería Mitja Illa a Motor, reunió a los mejores especialistas de esta modalidad y a numerosos aficionados en las cunetas de la ascensión felanitxera. En un recorrido de 4'2 kilómetros, con una pendiente media del 11'86%, Gabi Arrabal volvió a demostrar que tiene pocos rivales a escala local. El mallorquín hizo buenos los pronósticos para conseguir una cómoda victoria a los mandos de su Bango BRC 05. Arrabal paró el crono en 3:19.083, a una media de poco más de 73 kilómetros por hora, lo que le permitió contar con un amplio margen de maniobra respecto a sus perseguidores, tal y como empezó a demostrar durante los entrenamientos.
Gabi Arrabal se impuso con holgura en CM y en la general absoluta, con Mario Hekke (Bango BRC 05) como alternativa (3:30.386), con más de once segundos de desventaja sobre el vencedor. Jairo Pesquera superó unos problemas de amortiguación para escalar al tercer peldaño del cajón (3:33.505).
Por su parte, José Martorell (Citroen Saxo VTS) fue el mejor entre los carrozados (3:33.562), además de cuarto en la general, lo que le llevó a abanderar el Grupo A, por delante de Daniel Lozano y Sebastià Galmés, que le siguieron muy de cerca en el crono de una Pujada a Sant Salvador que al final no tuvo a la lluvia como compañera de aventura en su edición de 2009.
De la misma manera, Rafael Binimelis estuvo a la altura de las circunstancias a los mandos de su Renault Clío Sport, gobernando el Grupo B, de la misma manera que Antoni M. Ordinas (Peugeot 205 GTI), que acabó siendo el primero en el Grupo R, completando en libro de honor de una Pujada a Sant Salvador que da más vida al calendario automovilista isleño y sirve de antesala para una de las grandes pruebas del año. Y es que en apenas tres semanas comparece la Pujada al Puig Major, que llega los días 19 y 20 para saciar la sed de deporte de los aficionados.