Roberto Morales|SKOPJE (MACEDONIA)
España tiró de orgullo para remontar dos tantos a Macedonia, selección 53 del mundo, que aumentó en el primer acto las dudas sembradas en la Copa Confederaciones, hasta que Vicente Del Bosque recuperó el sistema del éxito, con cinco centrocampistas, y llegaron los goles en memoria de Jarque. Asegura la voz más representativa del vestuario, el capitán Iker Casillas, que la Copa Confederaciones está olvidada. No debe pasar España al olvido con tanta rapidez una competición en la que cometió fallos que le alejaron de la deseada final con Brasil y frenó la euforia de la Eurocopa.
Mordió Macedonia desde el primer minuto. La prueba era seria para una selección a días de un duelo decisivo ante Escocia que le puede colocar en el Mundial 2010. Descansó Casillas y Reina pensaba en la hora en que le tocó jugar. Goran Pandev se aprovechó de las dudas de la defensa española para marcar un doblete en 33 minutos y desatar la locura. España se dio cuenta de que para ganar tendría que dar lo mejor de si y aunque se hizo con el dominio, le faltó chispa, con Villa apagado con molestias, y sufrió ante los contraataques macedonios. Naumoski se pegó con todos y Pandev puso la brillantez. España, desfigurada, caía en el error del juego directo. Villa remataba al palo con un latigazo con la derecha cuando moría la primera parte.
El regreso al esquema que llevó al éxito a Luis Aragonés, 4-5-1, mostró la verdadera España. Recuperó la chispa, el toque y la pegada. No se podía permitir una derrota que habría hecho daño y en diez minutos cambió el panorama. El mallorquín Riera avisó nada más reanudarse con un disparo raso. En el minuto 52, Fernando Torres peinaba a la red un centro de Xavi y lanzaba los dedos al cielo dedicando a Dani Jarque su gol. Dos minutos después llegaba el empate. Un disparo de Cesc al palo caía a los pies de Piqué que marcó a puerta vacía. Y la remontada se selló, de nuevo a los dos minutos, con el gol de la noche de Riera, que chutó con violencia con su zurda a la escuadra, desatando la rabia de la muerte de su amigo Jarque con tan solo veintiséis años.
Con el deber cumplido, España supo dominar. Los contínuos cambios bajaron el nivel del duelo y Del Bosque hizo debutar a Diego López y Monreal. El triunfo pudo ser más amplio, con ocasiones claras para Cesc, Piqué y Guiza, y no se escapó gracias a un paradón de Diego a una falta lanzada por Stoijkov. La 'Roja' dedicó a Jarque un triunfo repleto de orgullo y sentimiento.