Vicente Engonga ha dicho basta. Su desencuentro con las autoridades deportivas del país provocaron recientemente su dimisión como seleccionador de Guinea Ecuatorial. El ex futbolista internacional no compartía la política que pretendía imponer el presidente de la Federación Ecuatoguineada de Fútbol, Bonifacio Manga Obiang, en el combinado nacional y por ello optó por abandonar una aventura que había iniciado en septiembre del pasado año.
Engonga, de 44 años, comunicó su decisión a sus jugadores con motivo del último amistoso internacional disputado por la selección guineana, en Estonia. En el descanso de ese duelo, disputado el pasado día 6 del presente mes, el ex jugador explicó los motivos de su decisión de dejar el cargo. Engonga, entre otros motivos, estaba en desacuerdo con las líneas marcadas desde la federación, que pretendían nacionalizar al máximo número de futbolistas de ascendencia guineada posibles. Su trabajo, en cambio, se basaba en potenciar el fútbol originario con los recursos propios del país. De hecho, en la mayoría de sus convocatorias, el porcentaje de jugadores que militaban en las ligas locales era notable.
Aunque, futbolísticamente, Guinea Ecuatorial presenta unas limitaciones -es el 125 en el ranking de la FIFA-, Engonga se encontraba satisfecho con su trabajo y la evolución del fútbol de Guinea. Sin embargo, las imposiciones que llegaron desde arriba, le empujaron a tomar esa decisión.
Ahora, el ex jugador de Valladolid, Celta, Valencia, Mallorca, Oviedo y Coventry, descansa en la Isla con la intención de seguir entrenando. En los próximos días, tiene previsto reunirse con el director deportivo Nando Pons para valorar la posibilidad de incorporarse al organigrama técnico de la entidad, que abandonó el pasado verano para asumir el mando de la selección de Guinea Ecuatorial, una aventura que acabó la semana pasada.