Antonio Martín Guirado ORLANDO
Los Angeles Lakers se alzaron ayer con el título de la NBA, su decimoquinto anillo y primero desde 2002, tras superar a los Orlando Magic (86-99) en el quinto partido de una final (4-1) que deja para la historia el triunfo de Pau Gasol, primer español que se corona en la NBA.
Es el cuarto campeonato para Kobe Bryant, el primero sin Shaquille O'Neal, y el décimo -récord de la NBA, al superar a Red Auerbach- para el entrenador Phil Jackson.
Bryant acabó el duelo con 30 puntos, escoltado por Gasol con 14 puntos y 15 rebotes. En cambio, la estrella local, el pívot Dwight Howard, fue eclipsado de nuevo por la defensa del español y registró 11 puntos y 10 rebotes.
Entre el acierto de Bryant y la defensa de Gasol sobre Howard, desquiciado por momentos, los californianos lograron reducir la brecha y dejar la situación más accesible al término del primer cuarto (28-26), una igualdad que se mantuvo durante el segundo periodo.
Como de costumbre, los Lakers sufrieron el bajón casi obligado cuando sus secundarios ganan protagonismo (34-28), pero los primeros espadas pusieron las cosas en su sitio rápidamente y un triple de Trevor Ariza dio a los angelinos su primera ventaja del duelo (40-42).
El escolta de origen dominicano, de nuevo pieza clave, lanzó a los suyos. Enlazó otro lanzamiento exterior y un robo de balón que acabó en una penetración sencilla del base Derek Fisher. Era el momento de los Lakers, que llegaron a tener una renta de 12 puntos (40-52), tras canasta a aro pasado de Lamar Odom.
Se consumía así un parcial de 0-16, gracias a la superioridad en el rebote y al acierto desde el perímetro, con cinco triples en ocho intentos. Una penetración de Bryant, culminada de forma majestuosa tras haber levitado en el aire, dio el pistoletazo de salida para el «showtime» californiano, que deparó a los visitantes un cómodo colchón (55-71, m.30).
En pleno dominio de los Lakers, con Gasol bailando en la pintura a Howard y Bryant desbordando a su defensor, los Magic vieron un rayo de esperanza en un triple de J.J. Redick (84-95), pero fue un espejismo.
Los Lakers se redimían así de la derrota sufrida en la final del año pasado frente a Boston Celtics y permitían a Gasol escribir, con letras de oro, una de las páginas más brillantes de la historia del deporte español.
Veintitrés años después de que Fernando Martín, el primer español que hizo realidad el sueño de jugar en la NBA, se enfundase la camiseta de los Portland Trail Blazers, Pau Gasol firmó una gesta histórica: proclamarse campeón de esa competición con su equipo, Los Angeles Lakers.
Así de meteórica ha sido la trayectoria del baloncesto español en las últimas décadas, fruto del éxito olímpico en Los Angeles'84, certificado con la medalla de plata frente a la selección de Estados Unidos, compuesta por unos jugadores que por entonces parecían todopoderosos e invencibles.
El talento de Pau Gasol dio continuidad a la aventura iniciada por el inolvidable Fernando Martín, que apenas intervino en 24 partidos en la NBA debido a varias lesiones. Eran los primeros pasos de un jugador de España en el camino hacia la gloria. Hoy, el baloncesto español, gracias a Gasol, cierra el círculo, en apariencia inalcanzable hace años.