Carlos Montes de Oca
El Mallorca se agarra a los retos personales para afrontar el partido del domingo en el Santiago Bernabéu como si se jugara algo más que tres puntos. Sin ningún peligro de supervivencia y alejado de la gloria, las huestes de Gregorio Manzano se apoyan en las estadísticas para seguir ampliando sus números. También el glamour del escenario aumenta la motivación de un grupo que quiere echar el lazo al curso enmarcando sus números.
Dos retos aparecen en el horizonte. El primero, igualar la mejor segunda vuelta de su historia en la máxima categoría. El segundo, convertirse en el único equipo de la Liga en ganar a los dos primeros clasificados del torneo, Barcelona y Real Madrid, en la presente temporada. Ambas marcas se antojan factibles...
El Mallorca llega a la cita con el depósito anímico a rebosar. El reciente triunfo ante el Barça le ha permitido cargarse las alforjas de argumentos y afrontar las dos últimas millas de la travesía con inesperados récords en el horizonte.
Alcanzar la cota de los 40 puntos en la segunda vuelta -tope de la entidad desde la temporada 2000-01, con Luis Aragonés- aparece en la esquina de la temporada. Para ello, el grupo bermellón debería ganar los partidos que le restan (Real Madrid y Villarreal), que el conjunto blanco no sume tampoco en la última jornada (en Pamplona ante Osasuna) y que el Barça no sume más de cuatro puntos ante Osasuna y Deportivo.
A falta de esos dos capítulos, la clasificación parcial de la segunda parte del campeonato está encabezada por el Real Madrid con 40 puntos, seguido del Barça con 36 y del Mallorca con 34.
En la cuarta plaza figura el Atlético de Madrid con 30, es decir, una victoria en Chamartín implicaría alcanzar los 37 puntos en este tramo, igualando la mejor marca personal de Manzano, que data de la pasada campaña, y le aseguraría quedar, al menos, entre los tres primeros.
Cabe recordar que sólo en una ocasión en toda su historia el Mallorca ha inscrito su nombre en el anecdotario de la Liga como el mejor equipo de la segunda vuelta. Fue en la campaña 2000-01, con Luis en el banquillo, cuando aquel equipo pulverizó todos los registros anteriores y finiquitó esa parte del torneo con 40 puntos en sus alforjas para un total de 71 que, a día de hoy, supone el récord en una campaña.
La diferencia con aquel curso es notable. Sobre todo porque el Mallorca actual cerró el primer acto con sólo 14 puntos en sus bolsillos y en posiciones de descenso a Segunda División. Sin embargo y coincidiendo con el acceso a la presidencia de Mateu Alemany, la plantilla bermellona comenzó a sembrar las semillas del éxito, alterando un destino que parecía irremediable.
Gracias a su solidez en casa -no ha perdido ningún partido en el ONO Estadi durante toda la segunda vuelta- y a la seguridad defensiva, el equipo poco a poco fue alejándose de las cloacas de la Liga, para amarrar la permanencia hace ya algunas jornadas.
En el horizonte aparece un nuevo registro. Anecdótico, pero de prestigio. Y es que ningún equipo ha sido capaz de tumbar a Barcelona y Real Madrid en la presente temporada, una puerta que el equipo isleño está en condiciones de derribar si gana el domingo en Chamartín.
Hasta el pasado domingo, sólo tres equipos habían logrado vencer al Barça: Numancia, Espanyol y Atlético. Y ninguno de ellos remató el doblete en la siguiente cita, ante el Real Madrid. El conjunto soriano perdió en el Bernabéu (4-3); los blanquiazules, que habían ganado en el Nou Camp, perdieron días más tarde en Montjuic ante el Madrid (0-2). Y el Atlético, por su parte, empató en Chamartín (1-1) tras haber tumbado al Barça (4-3). El domingo, el Mallorca tiene la oportunidad de hacer historia y entrar en el anecdotario de la Liga.