El voleibol mallorquín se enfrenta a una nueva catarsis. El Palma Volley, club de nuevo cuño que durante la pasada temporada agrupó a los dos máximos exponentes de este deporte, se enfrenta a una escisión que dará paso al Ícaro Palma. Carlos López, propietario de la plaza de Súperliga femenina, ha decidido volver a viajar solo y abandonar un proyecto que ha resultado especialmente breve.
La gestación del Icaro Palma ya es una realidad. El periodista Juan Amador Pons asumirá la presidencia y Ernesto Rodríguez, que durante las últimas temporadas ha dirigido a los equipos mallorquines de máxima categoría, se desplazará a los despachos y ejercerá de director deportivo.
Carlos López, por su parte, se desvinculará totalmente de la gestión del club, aunque seguirá prestando apoyo financiero con el patrocinio de Icaro.
El Palma contará la próxima temporada con un equipo de Superliga femenina y otro en la Superliga junior y su presupuesto rondará los 400.000 euros. La confección de la plantilla profesional ya está en marcha. Juan Amador confía en lograr la continuidad de tres o cuatro jugadoras que esta temporada han integrado el Palma Volley y paralelamente a las negociaciones para ampliar sus contratos, el club también está buscando un nuevo entrenador.