Lluís Orfila|MAÓ
Objetivo cumplido, al menos en parte. El ViveMenorca dio cuenta del Cajasol a la par que el Murcia hacia lo propio con el CAI. La carambola se dio, y si quince días atrás, en tierras aragonesas, fue un triple de Salgado lo que inyectó vida al grupo balear, ayer, nuevamente un final resuelto a cara o cruz, con Taquan Dean convirtiendo un tiro libre en el útlimo suspiro, liquidó las esperanzas de un CAI que ya es de LEB. Un lustro dilapidando millones para tan breve estancia, lo que sin duda denuncia que las deidades baloncestísticas no velan por el deporte de la canasta en Aragón. Si van a seguir haciéndolo por la Isla es una incógnita que se despejará el 15 de junio. El comodín del Obradoiro cobra más fuerza que nunca.Para agarrarse a él como argumento definitivo, el Menorca debió de mostrar su mejor rostro. De inicio, Jeter Pooh y Jesús Fernández soportaron el peso del ataque local, lo que repercutió en unas primeras rentas para el Menorca (16-11, 21-16). Comprimió la lucha el Cajasol coincidiendo con el cierre del parcial (21-19), aunque no pudo el equipo de Pedro Martínez mantener la cita igualada. Tucker facilitó la labor de un Menorca que hilvanó productivas acciones en ataque, a lo que sumó su dominio en el rebote para alcanzar el intermedio con 41-29.
La perspectiva era inmejorable. El Murcia dominaba y el Menorca afianzaba su triunfo. No lograba romper el encuentro el grupo de Imbroda, pero sí desprendía la sensación de controlar de la situación. Un par de acciones de Ivanov y una antideportiva a Tucker cimentaron la ruptura definitiva (71-57). Sólo restaba esperar al Murcia. Lo apretado del marcador en el Príncipe Felipe provocó confusión en Bintaufa, pero se confirmó el acierto de Dean, y el triunfo pimentonero, ante lo que, ya sí, la parroquia balear dio rienda suelta a su euforia, concretada con el 81-69 final. Menorca sueña. Al menos hasta junio.