Efe|MONTECARLO
Juan Ignacio Chela se convierte hoy en el encargado de calibrar las prestaciones de Rafael Nadal en su estreno en la temporada de tierra batida. El argentino será el primer rival del número uno del mundo en la segunda ronda del Masters 1000 de Montecarlo después de haber superado al ruso Igor Kunitsyn.
El torneo monegasco ha visto al manacorí coronarse en cuatro ocasiones y aguarda su irrupción en una campaña en la que aspira a prolongar su reinado sobre la arcilla. Nadal tendrá una buena piedra de toque para iniciar su andadura en el Principado, ya que tendrá delante a un especialista sobre arcilla.
Nadal y Chela se han enfrentado en cinco ocasiones con un balance favorable al mallorquín de 4-1. La última vez que se vieron las caras fue en Barcelona en 2008 con resultado favorable para Nadal, que sólo cayó ante el argentino en Cincinnati en 2004.
Nadal aseguró llegar a Montecarlo con «menos presión que nunca» y consciente de que no tiene la obligación de repetir su extraordinaria campaña de los últimos cuatro años. «Siento menos presión porque he ganado en Australia e Indian Wells. He empezado el año mejor que nunca. Eso me da más tranquilidad. El error sería pensar que tienes que repetir lo de los últimos años», dijo.
El manacorí, que defiende 4.610 puntos sobre tierra batida, aseguró que volver a su superficie predilecta «siempre es especial», igual que la cita del Principado. «Este es un torneo histórico. Los mejores han jugado y ganado aquí», recalcó un Nadal que tiene un récord de 24-1 en Mónaco.
El balear calificó como «muy importante» el movimiento sobre arcilla. «Si no te deslizas, es muy difícil. Tienes que jugar con control y abrir los ángulos. Y también es importante el hecho de llevar partidos. Cuando has jugado varios, tienes tu rutina», explicó.
Nadal pronostica un duro enfrentamiento ante el sudamericano, especialista sobre arcilla. «Chela es un buen jugador sobre tierra. Tendré que hacer un buen tenis si quiero tener opciones de ganarle. Intentaré ser agresivo sin cometer demasiados errores porque él no los va a cometer», concluyó el número uno del mundo.