Javier García-Ochoa MELBOURNE
Los equipos cuyos difusores se encuentran al borde del reglamento, aprovechando las lagunas del mismo como reconoció del delegado técnico de la Federación Internacional del Automóvil, han superado ampliamente en la primera prueba del campeonato, Gran Premio de Australia, a los que optaron por utilizar el KERS.
Los Brawn GP, que lograron el doblete en su debut, son los mejores representantes de los difusores al límite, con los Toyota y los Williams, que en las sesiones de entrenamientos libres y en carrera estuvieron siempre arriba. Protestados tras la verificación del jueves, rechazada la reclamación por los comisarios y presentada la correspondiente apelación que será vista el 14 de abril, ahora todos los equipos esperan la resolución de la Federación Internacional del Automóvil para actuar en consecuencia.
Si Renault, Ferrari y el resto de las escuderías tienen preparados ya nuevos difusores, aprovechando las lagunas que reconoce la FIA en el reglamento, para montarlos en la tercera prueba de la temporada, Gran Premio de China, Brawn GP, también tiene otro respetando el espíritu del mismo, que aseguran no les hará perder competitividad.
Se podría asegurar que en China podría comenzar el verdadero Mundial, porque entonces todos los coches estarán en igualdad de condiciones. El KERS, sistema de almacenamiento de energía cinética que proporciona una potencia de 80 caballos durante 6.6 segundos por vuelta, podría haber sido el arma vencedora en esta primera prueba de la temporada y sin embargo parece que se trata de un inmenso fraude, ya que en su desarrollo las casas han tenido que invertir una ingente cantidad de millones de euros.
Contrapartidas
Las contrapartidas del KERS son un mayor peso, cercano a los 50 kgs., que se compensa ligeramente con la pérdida de pesos de pilotos, alguno de ellos parece estar al borde de la anorexia, y eleva el centro de gravedad de los coches al utilizarse menos lastre, lo que se traduce en una menor estabilidad.
En los tiempos por vuelta los pilotos ya reconocían que no había diferencia entre usarlo o no, la mayor velocidad en recta se perdía con la falta de estabilidad en curva, pero faltaba la prueba de fuego, la competición. Tan sólo siete coches de los veinte lo llevaron en esta primera carrera: los Renault, los Ferrari, los Mclaren-Mercedes y un BMW. En la arrancada los Ferrari salieron muy bien y el brasileño Felipe Massa ganó tres puestos; claro, que su compatriota Rubens Barrichello (Brawn GP) había perdido uno al quedarse en punto muerto al darse la salida.