La Copa Davis parece alejarse de manera casi definitiva de Cala Rajada. El pesimismo se expandía en la jornada de ayer entre los responsables de la candidatura mallorquina en vistas a albergar la eliminatoria de cuartos de final entre España y Alemania (10 a 12 de julio), cuyas aspirantes oficiales serán anunciadas en la jornada de hoy por la Real Federación Española de Tenis (RFET). Junto a Cala Rajada, Marbella, Puerto de Santa María y Zaragoza quieren pujar por el cruce, pero en las últimas horas, los acontecimientos han dado un giro radical.
Y es que Marbella echa el resto. La candidatura mallorquina fue informada vía e-mail en la jornada de ayer de la irresistible propuesta realizada por la capital de la Costa del Sol. La ciudad malagueña cumplirá con el 100% del pliego, haciendo efectivo el pago del canon (800.000 euros, más IVA) y del 50% del taquillaje. La RFET dejó ver a Cala Rajada, en este caso a la Asociación Hotelera Cales de Capdepera, que en 24 horas debía igualar la propuesta marbellí.
Decepción
Su presidente, Joan Massanet, e Ignasi Esteve, rostro visible del equipo promotor, no descartaban «nuestro descarte o marcha» en el día de hoy, y recordaban que el 50% del taquillaje (unos 900.000 euros), era aportado en formato de alojamiento, hospitality y demás elementos logísticos, y Esteve recordó que «es negociable».
Pese a la ofensiva de Marbella, Cala Rajada se mantiene fiel a su propuesta inicial «porque es seria y generosa. Seguirá en pie hasta que nos digan lo contrario», afirmaban Massanet y Esteve, anunciando una comparecencia ante los medios para el próximo viernes, sea cual sea el desenlace.
«Parece que prima el dinero, y sería una falta de respeto que no nos acepten si no igualamos la propuesta de Marbella. Nosotros ofrecemos estancias gratis y otras contraprestaciones. Y si nos quitan los cerca de 900.000 euros de las entradas -tenían previsto sacar a la venta el 80% del aforo, que supondría unos ingresos de 1'7 millones de euros, aproximadamente-, no podemos asumirlo», explicaba Massanet.
Además del canon y la restante aportación de los hoteleros, Ibatur estaba dispuesta a asumir entre 550 y 750 mil euros, para sumar un presupuesto que rondaría los dos millones de euros. A expensas de conocer la postura de Turisme, y de una reunión de la Asociación, prevista para hoy, si la RFET no lo impide, las esperanzas de Cala Rajada parecen aferrarse al número uno del mundo, Rafael Nadal, y a su experiencia organizativa, ya que pese a mantenerse en la carrera por la Davis, Marbella parece haber adquirido ventaja y se presume como la única que ha aceptado las pretensiones de la Federación Española, cuyo nuevo presidente, José Luis Escañuela, parece que podrá debutar en este evento en su tierra, aplazando así el regreso a la Isla de la Davis.