Efe|VILLARREAL
El Panathinaikos obtuvo un gran resultado, tras empatar a un gol en su visita a Villarreal, de cara al partido de vuelta en Grecia y máxime tras el poco fútbol que ofreció ante el conjunto español, que fue muy superior y mereció mejor suerte.
La primera parte fue para el Villarreal, que fue el único equipo que propuso jugar al fútbol frente a un Panathinaikos muy rácano en su juego ofensivo y que tuvo que multiplicarse en las labores de contención.
A la media hora de juego llegó la ocasión más clara para los locales, en un gran contragolpe conducido por Ibagaza que sirvió en bandeja el gol a Rossi, pero el italiano no aprovechó el regalo y el meta Galinovic despejó con los pies cuando El Madrigal ya cantaba el gol. En la reanudación, el Villarreal intensificó su dominio en busca del gol, pero el Panathinaikos no se descomponía. Su apuesta era clara: defender y presionar hasta la extenuación y esperar a que sonara la flauta en ataque. Y la flauta la hizo sonar el mejor jugador griego, el internacional Giorgio Karagounis, que se sacó un espectacular lanzamiento desde la frontal que Diego López no pudo evitar que se alojara en la escuadra de su portería. Apenas un minuto después pudieron sentenciar los griegos, tras un gran regate de su espigado ariete Mantzios en el área, pero su lanzamiento fue despejado por el meta local con una gran parada. La fortuna se alió con el Villarreal, que no recibió gol en esta acción y poco después el árbitro le señalaba a favor un claro penalti cometido sobre Pires, pero precedido de una falta previa de Rossi, que el delantero italiano se encargó de transformar en el gol del empate. Ahora el equipo de Pellegrini deberá afrontar un partido de vuelta muy difícil en Grecia.