Hacienda dará aire al Mallorca. La Agencia Tributaria y el club rubricarán en los próximos días un nuevo aplazamiento de la deuda que tiene contraída la SAD balear con el erario público, que se aproxima a los 14 millones de euros. Se trata de un acuerdo crucial para la supervivencia de la entidad, que presentará como garantía un bien inmueble, en este caso la ciudad deportiva de Son Bibiloni.
En el pacto alcanzado entre Mateu Alemany y Raúl Burillo, delegado especial de la Agencia Tributaria en Balears, se recoge también la obligación del Mallorca a liquidar antes de final de temporada el 20 por ciento de sus obligaciones con Hacienda en concepto de atrasos en los pagos del IVA e IRPF, montante que ya ha sido provisionado.
Aunque no había adquirido dimensión pública, restablecer relaciones y alcanzar un acuerdo con el fisco fue siempre un objetivo prioritario para Mateu Alemany, que ha logrado recuperar la credibilidad perdida ante la Agencia Tributaria. «La verdad es que existe una buena sintonía con el nuevo presidente. Nos han hecho una serie de propuestas y las cosas están bien encaminadas», aseguró Burillo a este diario.
Los últimos meses del mandato de Vicenç Grande erosionaron notablemente las relaciones entre el Mallorca y la Agencia Tributaria. Y eso era jugar con fuego. Ningún club profesional puede permitirse el lujo de enemistarse con Hacienda. Los constantes incumplimientos del propietario del Grup Drac tensaron en exceso las relaciones hasta el punto de crear un cisma de consecuencias imprevisibles y que Alemany ha resuelto prácticamente sobre la campana.
«El club, como cualquier otra empresa, debe cumplir con sus obligaciones y ahora mismo nuestra confianza es máxima. Hemos mantenido varias reuniones con el nuevo presidente y sus asesores fiscales. Se nos han dado garantías y nosotros nos vamos a portar bien con el Mallorca», subrayó Raúl Burillo.
El delegado especial de la Agencia Tributaria exteriorizó su sensibilidad con el club y advirtió que «socialmente es importante y relevante para todos que el equipo logre la permanencia en Primera División y, dentro de nuestras posibilidades, ayudaremos al Mallorca. Eso si, debe cumplir con sus obligaciones», remarcó.
Burillo evitó hacer referencias a Vicenç Grande, si bien elogió las figuras de Mateu Alemany y Pere Terrassa, antiguo director de gestión del Mallorca y actualmente miembro del consejo de administración de la SAD balear. «Con Terrassa las relaciones siempre fueron excelentes... Creo que ahora, con el nuevo presidente, hemos recuperado la buena sintonía y eso es bueno para todos».