El Bàsquet Mallorca asalta hoy (19.00) el Pabellón Pisuerga con la intención de lograr una victoria de prestigio ante el potente Valladolid. El equipo de Xavi Sastre quiere dar un paso más hacia la permanencia ante un rival al que ya sorprendió en la primera vuelta y que aguarda a los isleños con ánimo de revancha y con el objetivo de paliar la última derrota sufrida a manos del Clínicas Rincón.
El conjunto isleño dispone de todos sus efectivos para intentar lograr su segunda victoria consecutiva a domicilio tras la lograda ante un rival de entidad como el Melilla y, sobre todo, con el deseo de dejar atrás el mal sabor de boca que ha dejó en el vestuario balear la derrota ante el Tenerife.
Xavi Sastre lanzó un mensaje a los suyos en su comparecencia semanal ante los medios de comunicación después de que confesara «no estar contento» con el nivel de trabajo desarrollado en las sesiones preparatorias previas al choque. El técnico mallorquín confesó tener «malas sensaciones» después de que la plantilla no se ejercitara con la intensidad que quería para enfrentarse a uno de los conjuntos más potentes de la LEB Oro. Y es que el preparador isleño lamenta que el plantel hubiera encarado el duelo en el Pisuerga como «un mérito trámite, que parece que no pasa nada si perdemos».
En Valladolid se extremarán las precauciones ante un rival que ya dio buena cuenta de los hombres de Porfirio Fisac en la primera vuelta. La derrota sufrida por los vallisoletanos en el Palau d'Esports de Inca contribuye a que el Valladolid mantenga todos sus niveles de alerta en la visita del Bàsquet Mallorca.
Un simple vistazo a la plantilla del equipo pucelano permite comprobar el potencial de una escuadra que conjuga experiencia y talento para intentar regresar a la ACB. Especial atención merece la figura de Robert Battle, que se presume como el hombre encargado de marcar las diferencias en la pintura. El ex jugador del Palma Aqua Mágica es posiblemente el cinco más dominante de la categoría, lo que obligará a un esfuerzo extra de los efectivos interiores de Xavi Sastre.