Ocho años después de su última victoria en Mallorca Robbie McEwen celebró un nuevo triunfo. Y lo hizo precisamente en el mismo escenario en el que capturó su segunda victoria en la Challenge. Estrenó su palmarés en la Isla en el 2000, pero en 2001, con el maillot del Farm Frites, logró un éxito que no se le había olvidado, ya que ayer recodó el particular bis entonado en Cala Millor. El ciclista australiano, que había servido en bandeja la victoria de etapa a su compañero Steegmans en la primera etapa, ofreció su mejor versión y brindó la victoria a Joan Horrach y su familia, sobre todo, a la abuela del mallorquín, que atraviesa un momento delicado de salud.
McEwen culminó el control ejercido por los suyos y a la conclusión de la segunda etapa analizó que «ha sido un día complicado con mucho viento y con mucho movimiento en el pelotón, pero el equipo se ha empleado al máximo y yo sólo me he encargado de hacer la otra mitad del trabajo. Todos teníamos muchas ganas de dedicarle la victoria a la familia y en especial a la abuela de nuestro compañero Joan Horrach, ya que está enferma y queremos darle ánimos».
El ganador de tres maillots de la regularidad en el Tour tiene marcadas en rojo las primeras clásicas y las grandes, por lo que no se exigirá al máximo en la Isla. «No pienso en la general porque la cuarta etapa es muy complicada y puede ser un buen día para un corredor mallorquín como Toni Colom, que viene trabajando bien y tiene condiciones», adelantó el australiano, que valora positivamente el formato de la ronda isleña: «Me gusta mucho el sistema y me parece ideal para el inicio de la temporada porque puedes esforzarte al máximo y otro descansar. Nos ha acompañado el buen tiempo y hay recorridos variados, por lo que me gusta mucho el formato de la carrera».
El mejor mallorquín de la segunda etapa fue Toni Colom, que explicó el motivo de la fatiga que le ha acompañado en los primeros episodios de la Challenge: «Mis objetivos están dentro de un mes, pero a veces quieres estar donde todavía no puedes y te cuesta», dijo. «Me siento fatigado y quizás me he pasado con el entrenamiento en los días previos. Tendría que haber descansado, pero todavía queda tiempo para recuperarse y ver como responde el cuerpo», añadió el bunyolí, que extrajo una lectura positiva del tiempo cedido en Palma: «Perdí quince segundos que a lo mejor me pueden venir bien. No tengo ninguna responsabilidad, pero esta carrera se suele ganar por puestos o por segundos y si tenía alguna opción de ganar la perdí en la primera etapa, así que ya se verá».
Hoy «no será una jornada decisiva para la general» aprecia el único mallorquín que ha conquistado la Challenge Illes Balears, ya que señala que «pueden llegar los sprinters y estoy intentando convencer a Robbie McEwen y Steegmans para que salgan. Si pasan el Coll de Sóller pueden tener sus posibilidades, porque el siguiente puerto es más asequible y el equipo puede llevarles en volandas».
El ciclista bunyolí resaltó el poderío exhibido por el Katusha ruso y subrayó que «nadie ha hecho el trabajo que hemos hecho nosotros desde que ha empezado la Challenge y lo cierto es que son dos victorias que no se las merece nadie más». Algunos se habrán visto sorprendidos por el exultante dominio ejercido por la formación rusa, pero Toni Colom advierte que «quizás por no conocerse o por ser un conjunto con publicidad nueva muchos podían pensar que se trataba de un equipo mediocre, pero ya se ha vuelto de Australia con una victoria y aquí ya se han logrado dos triunfos de etapa. Considero que tenemos un equipo sólido para ganar al sprint, en las clásicas y en las vueltas grandes».